Me preguntó hoy un amigo por qué sufría por Messi y por qué me emociona tanto si no me dio nada. Charlamos un rato, pero me dieron ganas de volcarlo acá para hacer catarsis.

Antes que nada, entiendo que hay gente que se conmueve o se emociona con diferentes cosas. Así como yo puedo llorar por fútbol, otros pueden hacerlo por una banda de música, por un cuadro, por un paisaje o por un sabor que les hace acordar a la abuela. 

Hay gente a la que no le interesa el fútbol, gente que es simpatizante de un club, gente que es hincha, gente que es fanática y otros a los que gran parte de la vida nos va en esto. Ninguno es mejor ni peor que el otro. 

No pienso que alguien sea un tarado porque no le guste el fútbol y no me gusta que alguien me considere un tarado por poner al fútbol entre mis prioridades. Lo mismo me pasa con Messi. 

Para algunos el fútbol se reduce a lo que te ofrece el club de cual sos hincha y/o tu selección (alegrías y tristezas) y hay otros que tenemos otro vínculo con el fútbol propiamente dicho, con el jugar a la pelota. Eso tampoco nos hace mejores ni peores, ni de casualidad. 

Así como para uno puede ser un hobby o pasar un rato con amigos, para otro puede ser la historia de su familia, la relación con el viejo o el recuerdo más lindo de una infancia jodida. Con esas herramientas, cada uno ve el fútbol como sabe y como se le canta. 

A mí en particular, Messi me hizo ver cosas que nunca había visto antes, que no sabía que se podían hacer con una pelota y que, por lo que significa el fútbol en mi vida, me generaron sensaciones que nunca había experimentado.

En diciembre estuve en París y la Gioconda me pareció una cagada, aunque entiendo que es una obra de arte única, que mucha gente la ve y se le pone la piel de gallina. Seguramente son personas que tienen otro vínculo con la pintura que el que tengo yo.

Aplica para todo y aplica para Messi. De Messi me emociona el fútbol. No necesito que gane un Mundial ni me interesan sus estadísticas alucinantes en el Barcelona. Me chupa un huevo también si hace más o menos goles que Cristiano Ronaldo o si gana más Balones de Oro o Champions.

Me parece excelente que haya gente que valore a Messi por lo que le da en materia de títulos y considere que está en deuda y me parece también bárbaro que otros deseemos que gane un título porque nos alegraría mucho por él, por lo que nos dio aún sin ganarlo.

Se trata de entender que no hay una verdad absoluta para los sentimientos. Nadie te puede decir lo que significa para vos el fútbol, tu club, tu selección o un jugador, porque cada uno de esos sentimientos está atado a tu percepción y esa percepción a tu experiencia de vida.

Ojalá quede algún capítulo más.


*Gracias al autor por cedernos este texto, publicado originalmente en su cuenta de Twitter.