En más de cien años de historia, el fútbol argentino y sus protagonistas han atravesado todas las etapas y han vivido todo lo que se puede vivir. Es fácil pensar que nada puede sacudir los engranajes de una maquinaria tan acostumbrada a funcionar con su lógica particular. Sin embargo, hoy comprendimos que hay una potencia capaz de poner en cuestionamiento el orden establecido: la capacidad de organizarse de los hinchas. Nosotros no lo vimos, nadie lo vio. Sólo ellos, que lograron reconocer la infinita fuerza que tienen si se pronuncian como colectivo.
La Coordinadora de Hinchas argentinos nació el pasado 29 de noviembre con un acto multitudinario en el hotel Bauen. Un Caño participó de aquella jornada inaugural y algunos días después se reunió con cuatro de sus integrantes en una charla sobre política, fútbol, identidad popular y problemáticas sociales. Ellos son Juan Manuel de Gimnasia, Fernando de Atlanta, Pablo de Boca y Kevin de la agrupación 15 de agosto de Argentinos Juniors. Viven realidades muy diferentes en sus clubes, pero todos hablan con la misma pasión y con el mismo conocimiento. Son lúcidos, saben qué es lo importante, por qué vale la pena luchar y cómo deben apoyarse. Ya hicieron lo más difícil: comprender que la única manera de combatir intereses tan pesados es sumar voluntades, moverse como un colectivo. Veamos cómo:
-¿Qué hizo que se juntaran para crear la Coordinadora de Hinchas?
-Fernando: Somos un grupo de hinchas que nos cansamos de la realidad y dijimos: ‘el chat de Whatsapp no sirve para nada, pongámonos las pilas, pongamos el cuerpo’. A nosotros nos preocupa perder la identidad de nuestros clubes. Uno ve el movimiento político-económico en el país y ya sabe para donde va rumbeado.
-Pablo: El tema sociedades anónimas es el principal. Con la llegada de capitales privados los clubes pierden su identidad y su independiencia. Macri tiene el tema en la cabeza hace casi dos décadas. Entonces le salió mal pero ahora que sumó todo el poder va a volver. Es su gran anhelo personal.
-Kevin: Hay que resistir todos juntos porque por separado te van a terminar comiendo. Va a llegar un momento en que te van a plantear: ‘O no existís más o vas a una SA’, ¿y después? Seguramente también termines desapareciendo.
-P: El bombardeo en la cabeza de la gente de que los clubes tiene que ser sociedades anónimas porque así van a solucionar todos sus problemas es constante.
-Juan Manuel: Los dirigentes actuales tienen mucho que ver con todo esto. La clase dirigente que tenemos en los clubes es lamentable.
-P: No sabemos si los dirigentes actuales quieren las sociedades anónimas, pero no confiamos en ellos. Incluso los que se pronunciaron en contra se pueden dar vuelta. Por eso lo tenemos que hacer nosotros.
El principal objetivo es claro: combatir los intentos concretos de imponer el régimen de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en los clubes de nuestro país. En estos tiempos, no hay lucha más importante para los hinchas argentinos que esa. Y este grupo de socios y simpatizantes tuvieron la lucidez para comprenderlo y poner en funcionamiento el mejor plan de batalla: unirse y pensar juntos.
-¿Cuáles son los peligros más claros que creen que pueden traer las SADs?
-JM: Siempre plantean la idea de modernizarnos porque somos salvajes, eso es propio de cierta burguesía. Esas estructuras son las que hay que romper. A los pobres se los identifica con la violencia y por eso los quieren alejar de las canchas. Las SADs son funcionales a esa idea.
-P: Sí, no solo ir contra la SAD sino también contra la elitización del fútbol argentino.
-K: Tenemos que defender el rol social de los clubes. Las 20 disciplinas amateurs que tenemos, que no existe en ningún otro lado. Lo primero que arrasarían las sociedades anónimas sería con todo eso.
-F: A todos nos interesa más qué le da nuestro club a la comunidad que si la pelota entra o no. Eso no cambia realidad de los clubes.
La idea es revolucionaria: reunir con fines políticos y estrategias claras a hinchas de todos los clubes. La situación es límite y requiere medidas extremas. Los integrantes de la Coordinadora entienden que desde ciertos sectores de la política, el empresariado y los medios de comunicación comenzó una avanzada para imponer la llegada de capitales privados como “salvación” de los clubes. Esa transformación arrasaría con la identidad y la función social de sus clubes, que va mucho más allá del resultado deportivo. La única manera de frenar eso es hacerlo bajo una misma bandera, sin colores individuales.
-¿Qué papel juega la Superliga en la avanzada por las SADs?
-F: La Superliga es la llave para el ingreso de las Sociedades Anónimas al fútbol argentino. No sólo por el estatuto en sí, sino también por el cambio de sistema.
-P: Que venga a presentarlo (Javier) Tebas, que es el ideólogo de la Liga y las SAD en España, muestra de donde viene todo.
-JM: Es verdad que el fútbol necesita una reorganización. Todo esto es consecuencia de que no hubo una propuesta alternativa. Los mismos que organizaron todo este desastre en el fútbol argentino son los que ahora quieren organizarlo mejor.
-K: Que se plantee organizar mejor y dar más plata a los clubes está bien, pero la Superliga contempla además un montón de cosas que no nos dicen. Incluso si se saca el primer punto del estatuto, que habilita la llegada de las SA, el resto está todo armado para facilitar el trabajo de los privados. Pueden volver en tres años y cambiar ese artículo.
La primera reunión de lo que hoy es la Coordinadora ocurrió a principio de año entre representantes de las agrupaciones “Boca es pueblo” y “Unidos por Atlanta”. La idea de aquella junta inicial era solo intercambiar experiencias sobre los experiencias políticas en sus clubes. Sin embargo, no tardaron en darse cuenta que compartían casi todas las preocupaciones. Y, sobre todo la más importante: “el temor a perder los clubes”. Estos hinchas tienen algo muy claro: somos lo mismo con diferentes colores en el pecho. Más tarde se sumaron agrupaciones de Argentinos Juniors y Gimnasia La Plata. A estos cuatro grupos fundadores se sumaron muchos otros. Hoy tienen representantes de unos 15 clubes, entre ellos River, San Lorenzo, Independiente, Argentino de Quilmes, Banfield y varios más, incluso de México, Chile y España.
-Más allá de que las SADs, ¿tienen otras preocupaciones como colectivo?
-JM: Nos preocupa el tema de la seguridad, cada vez hay más represión en los estadios. También tenemos una agenda que incluye el precio de las entradas y la organización de los partidos.
-P: Y la prohibición a los visitantes. Es la derrota más grande de los hinchas. Hace cuatro años que no hay visitantes en Primera.
-F: ¡Para ustedes! Nosotros en el ascenso ya llevamos 9 años. Eso se hace costumbre y cada vez es peor. Yo voy camuflado a todos lados a ver a Atlanta, con el riesgo de que me maten. Yo me juego la vida. En Primera por lo menos dan todos los partidos, pero en Primera B no tengo forma de verlo. Me pago mi platea y me quedo callado. La otra vez fui a San Miguel, pagué 300 pesos para ver el partido, un miércoles a la tarde, y no hay ni baños.
-K: Y no hay menos violencia porque no haya visitantes.
-F: El tema es que los dirigentes no quieren a los visitantes. Para ellos es un problema menos.
-¿Hay que dar también una batalla cultural?
-JM: Por supuesto, tenemos que desarmar la cultura del aguante, es un gran desafío. Es una lucha por lo simbólico. El hincha es muy cruel con sus pares. Hay que romper con muchas cosas.
-K: Claro, todos tenemos que hacer una autocrítica, como cuando nos reíamos de Racing por Blanquiceleste. Tenemos que generar toda la conciencia social de que no importa el que sea, hay que sufrirlo por igual porque vienen por todos nosotros.
La tarea es titánica y va desde esa batalla cultural contra los símbolos hasta la pelea concreta contra las SADs. Ellos saben que no es fácil, pero también saben que tienen una oportunidad. Y no la van a dejar pasar.
-¿Cuál es el objetivo a futuro de la Coordinadora?
-P: Tiene que ser un frente único que incluya a hinchas pero también a periodistas, a jugadores y a dirigentes. Si no salís de la siesta vos quién va a pelear por los clubes, por tu club, ¿la barra?
-F: Necesitamos crecer, tener una espalda más ancha para después, de a poco, ir desarrollando nuestras ideas. La Coordinadora tiene que ayudar a los hinchas de otros clubes a que se organicen.
-¿Qué críticas recibió la Coordinadora hasta el momento?
-F: ‘Ustedes son barras’, nos decían. ¿Cómo explicarlo? Nos llevó un montón. Nos preguntaban, ‘quién los banca’. Nos decían que éramos Hinchas Unidas Argentinas, teníamos que explicar esas cosas. Nosotros somos socios que pagamos. Tengo el brazo azul porque ayer estuve pintando la sede. Yo pongo en el club, no me llevo nada.
“La idea es salir del propio traje, de nuestro club, y pensar también las necesidades de los otros. Pensar como un colectivo. Mientras toda la sociedad va para el lado de un individualismo violento”. Las palabras son de Fernando de Atlanta, pero podrían haber sido de cualquiera de los miembros de la Coordinadora. Hablan el mismo idioma, tienen las mismas inquietudes y, sobre todo, el mismo amor por sus clubes.