En los últimos años, la Copa Sudamericana se convirtió en el ámbito perfecto para que el público general conozca equipos de todo el continente y, con ellos, la historia de los pueblos. Clubes menores de diversos países han logrado acceder a la competencia internacional y despertaron el interés del resto de Sudamérica. Tal es el caso de Fuerza Amarilla de Ecuador, que primero llama la atención por su nombre y luego por sus antecedentes.
Ocho días antes del final del siglo pasado, un grupo de futboleros de la ciudad de Machala, capital de la provincia de El Oro, concretaron un sueño que había comenzado solo dos meses antes, después de una de las tantas charlas rutinarias sobre el deporte favorito de todos. A pesar de que el interés de la mayoría por fundar un club deportivo no había pasado de la oralidad, el doctor José Arouca fue más allá y se contactó con Jimmy Lomas, el secretario de la Federación Deportiva provincial. Ambos fueron los principales impulsores del proyecto.
En diciembre, cuando llegó el momento de completar los datos de afiliación, Lomas no sabía qué nombre darle a la nueva institución, ya que los fundadores no se habían puesto de acuerdo. Entonces, Arouca se apoyó en su amor por Barcelona de Guayaquil, donde trabajó como médico de las divisiones inferiores durante cuatro años, y eligió un nombre más parecido al de un programa radial partidario que al de un club. Que en Machala ya existiera un “Emelec Junior” sirvió para afianzar la decisión.
En 2005 comenzó a competir en la segunda categoría de Ecuador (tercera división) y en 2008 logró su primera gran alegría, cuando se quedó con el hexagonal final, a pesar de que Atlético Audaz le ganó la posibilidad de ascender a la Serie B. En las temporadas siguientes realizó buenas campañas y en varias alcanzó la fase final, como en 2013, cuando para lograr la clasificación a la etapa nacional ganó un partido histórico contra Santa Rosa FC en su estadio 9 de mayo. Al término del primer tiempo empataban 1-1 y la visita jugaba con diez. Sin embargo, marcó dos goles y amenazó con dar la sorpresa. Sin embargo, Fuerza Amarilla reaccionó a lo campeón y ganó 8-3. Esa fue su tercera corona regional.
En 2014 logró su primer ascenso, tras quedarse con el subcampeonato. Ganó con claridad el grupo A de la zona 4, que agrupaba a los equipos de Morona Santiago, Loja, Azuay, Cañar, El Oro y Guayas. Finalizó primero con 7 victorias, dos empates y una derrota. Segundo terminó la Academia Alfaro Moreno, el club fundado por el ex delantero argentino que hoy se llama Toros FC. En el hexagonal semifinal hizo una campaña idéntica y accedió al cuadrangular final, donde terminó en el segundo puesto detrás de Gualaceo SC.
En la Serie B solo estuvo una temporada, la de 2015. Terminó quinto en la primera etapa y primero en la segunda, por lo que ocupó el segundo lugar de la tabla anual detrás del actual líder e invicto de la primera división, Delfín. Julián Mina convirtió quince goles en el campeonato y fue una de las grandes figuras de la gran revelación de aquel certamen.
El año pasado se convirtió en el cuarto equipo de su provincia en jugar en la A, después de Santos de El Guabo, Carmen Mora y Audaz Octubrino (el último en hacerlo, en 1999). En su primer año en la división de honor no tuvo problemas con el descenso y gracias al cambio en los torneos internacionales logró la histórica clasificación para la actual edición de la Sudamericana. En la última fecha logró ante Universidad Católica el punto necesario para quedarse con el octavo lugar que daba acceso a la Copa.
En la primera ronda eliminó a O’Higgins de Chile (campeón nacional en 2013) tras caer 1-0 en Rancagua y ganar 2-0 como local y ahora se medirá contra Santa Fe, campeón colombiano 2016 y de la Sudamericana en 2015. La Banana Mecánica va por más.