“Quizás nosotros trajimos de nuevo la magia de la FA Cup. Esta es una competición brillante y quien diga que la FA Cup está muerta, no vivió ni un minuto en Lincoln durante las últimas semanas. Nuestro club pasó por momentos muy duros y esta campaña volvió a llevar a la institución a la mente del pueblo y también a su corazón. Esto es espectacular y disfrutamos cada minuto”. Danny Cowley, el entrenador de Lincoln City, habló en nombre de toda la comunidad después de la impresionante victoria de su equipo ante Burnley. Ese triunfo fue mucho más que un resultado futbolístico para su pueblo. Fue la máxima alegría de su historia.
El sábado pasado, Lincoln City se convirtió en el primer equipo “Non-league” (quinta división o menor) en alcanzar los cuartos de final de la FA Cup en más de un siglo. El último en lograr semejante hazaña había sido Queen’s Park Rangers, que perdió en cuartos frente a Liverpool en 1914. Dos años antes, Swindon Town había alcanzado la semifinal, en la que cayó ante Barnsley. Esta era, hasta hoy, la última vez que un conjunto amateur se metía entre los ocho mejores del torneo más antiguo del mundo.
Lo que hizo Lincoln City este año ya es comparable a lo hecho por Leicester City unos meses atrás. El fútbol inglés es hoy terreno fértil para estas historias épicas. Los grandes no dan garantías y los chicos se animan. Porque saben utilizar las victorias como un combustible para hacer aún más grande su coraje. Además del heroico Lincoln City, Sutton United (también de la quinta división) llegó hasta octavos, donde jugará hoy con Arsenal, y Millwall (League One, tercera categoría) chocará ante Tottenham Hotspur en cuartos.
Lincoln City comenzó su camino en esta FA Cup mucho antes que sus competidores de estas instancias. Debutó en octubre de 2016 con un empate 0-0 como local frente a Guiseley, de su misma división. En el replay, ganó 2-1 como visitante. Luego, eliminó a Altrincham (de sexta), Oldham Athletic (tercera), Ipswich Town (segunda), Brighton & Hove Albion (segunda) y finalmente a Burnley, el equipo de la Premier League que supo sacarle un punto al cómodo líder, Chelsea.
En este siglo, Crawley Town en 2010/11 y Luton Town en 2012/13 habían alcanzado los octavos de final, el límite histórico para los equipos “Non-League”. En esta oportunidad, Lincoln logró cruzar el rubicón tras mantener el cero durante 89 minutos (en los que soportó 18 llegadas de Burnley) y convertir el gol de la clasificación a un minuto del final gracias al cabezazo inmortal de Sean Raggett.
En su categoría (National League), Lincoln es el puntero con tres puntos de ventaja sobre Dagenham & Redbridge, después de 32 fechas. Está a un paso de lograr el ascenso a la League Two, el último escalón del sistema que nuclea a las primeras cuatro divisiones inglesas. Jamás en sus 133 años de vida jugó en primera y su mejor actuación fue un quinto lugar en la segunda división, en 1901.
“Esto es un cambio de vida para nosotros. Cambia el juego para el club en cuanto a las finanzas y al perfil de nuestros futbolistas. Ellos lo merecen. Los jugadores de la Non-League tienen otros trabajos y deben luchar para jugar. Es dura la vida para ellos. Por eso, todos estamos orgullosos”, afirmó Cowley tras el triunfo ante Burnley. Gracias a esta campaña, Lincoln City ganó más de un millón de libras, una suma que sirve para cambiar la vida de cualquier club del ascenso profundo inglés.
El sueño ya está cumplido, aunque ningún habitante de esta ciudad del condado de Lincolnshire se va a conformar. En cuartos de final, el rival saldrá del ganador de Arsenal y Sutton United. Un triunfo de este último marcaría un hecho inverosímil. Pero esa es otra historia. Hoy, en la tapa de los diarios está Lincoln City.