“Si ascienden a la Premier League, voy a hacer una fiesta con champagne para todos”, le dijo el cantante Elton John al técnico del Watford, el club del que fue fanático desde siempre y al que supo alentar desde la tribuna cuando era adolescente. La frase podría haber quedado un poco escondida si no fuera porque, hace un par de semanas, los muchachos en cuestión lograron efectivamente el ascenso a la máxima categoría del fútbol inglés -algo que increíblemente descubrieron mientras viajaban en tren de vuelta a su ciudad– y el hincha número uno tuvo que cumplir con su promesa.
Sir Elton tiene una larga historia en común con los Hornets, un elenco que le debe lo mejor de sus 134 años de vida: fue dos veces su presidente, y bajo su mandato el equipo estuvo en una final de FA Cup, llegó a jugar en Europa y fue segundo en la máxima división del fútbol inglés.
El primer capítulo de ese destino en común empezó a escribirse en 1973 cuando el rockero (que en ese momento tenía apenas 26 años) asumió la vicepresidencia. El cargo era meramente nominal, pero él sacó el mejor provecho de esa cuestión: armó un evento para recaudar fondos y convenció a su amigo Rod Stewart de participar. Juntó 31 mil personas. Enseguida le pidieron que fuera parte de la comisión directiva que tomaba decisiones en serio.
Tres años más tarde, compró la mayoría de las acciones del club. Aunque muchos lo miraron de reojo, su gestión resultó una pequeña revolución.
Cuando asumió, Watford militaba en la última categoría del fútbol inglés. Pero su ambición no entendía demasiado de cuartas divisiones. A la hora de buscar un entrenador, le preguntó a Don Revie, entonces DT de la selección de Inglaterra, a quién le recomendaba. “Revie no dudó, me dio el nombre de Graham Taylor”, contó el propio Elton.
El músico contrató a Taylor y el resultado fue excepcional. En cinco años, desde 1977, el equipo logró el ascenso de Cuarta a Tercera, luego a Segunda y enseguida a Primera. En su estreno en la máxima categoría, terminaron como subcampeones, detrás de Liverpool y sobre Manchester United. Es actuación les permitió jugar la Copa UEFA en la temporada siguiente.
De hecho, en esa temporada contaron con el goleador de la Liga, Luther Blisset, jugador del que alguna vez hablamos y que fue comprado de inmediato por el Milan.
Como culminación, jugaron la final de la FA Cup en 1984. Sir Elton cuenta que ingresó llorando al estadio de Wembley aquel día. Lamentablemente para él, sus Hornets no pudieron con el Everton. Perdieron 2-0.
Ese histórico team de camiseta amarilla se mantuvo en la mejor liga de Inglaterra hasta 1986, cuando el DT Talyor abandonó su cargo –eventualmente terminaría como técnico de la Selección- y el delantero estrella surgido en el club, John Barnes, partió hacia el Liverpool.
En 1990, Elton vendió su mayoría accionaria y lo nombraron presidente vitalicio, título que mantuvo hasta 2008, cuando consideró que ya no lo merecía.
Tras varios años en segunda y tercera división, el cantante volvió a poner el hombro en 1997, junto con el mismo entrenador que tan bien había conducido a los suyos en los ’80. El resultado volvió a ser sorpresivo: llegaron a la ya creada Premier League en 1999. Lo bueno, esta vez, duró poco, y descendieron al año siguiente. En 2002, el músico se bajó definitivamente del rol dirigencial en el conjunto de sus amores. Hoy, el dueño del club es Giampaolo Pozzo, un empresario italiano que también posee al Udinese italiano y al Granada español.
El año pasado, el club reconoció al ex presidente rockero al nombrar una tribuna en su honor. Él asistió a la cancha como ya no suele hacerlo. “No es cómodo ir a los partidos como lo era en mi juventud. Todo el mundo está con su cámara y su celular, se quieren sacar fotos y es imposible relajarse y mirar un partido”, reconoció.
Este año, Watford estuvo a un paso de ser campeón en Segunda. Un gol en el último minuto de la última fecha decretó un triste empate ante Sheffield, y el Bournemouth lo superó en la tabla para terminar primero. Poco le importaba a un equipo que ya estaba clasificado.
Sir Elton John, fanático de fuste y doble presidente, hincha histórico y parte de la dirigencia grande del club, debe haberlo sufrido por televisión. Igual ya estaba preparando el champagne para descorchar con el plantel.
