Quizás porque sueña con que se parezca a aquel otro ídolo que amenazaba con volver en el 93 o simplemente por la coincidencia del nombre, lo cierto es que la hinchada de Boca ya lo llama Diego, a secas, y corea su apellido estirando la “o” de Latorre como lo hacía con aquella de Maradona. Nació en Capital Federal el 4 de agosto de 1969, tiene 19 años, su puesto es el de volante de creación, pero jugando como delantero se convirtió en una de las revelaciones de la temporada. Muchos son los que hablan de él, elogiándolo. Pero poco es lo que de él se sabe. Por eso, esta nota. Y por eso este título…

Che pibe, ¿vos quién sos?

“Estuve en Ferro Carril Oeste desde el ’78 hasta el ’83 y me fui porque no me gustaba como manejaba los equipos el señor Atilio Tinti. Era suplente, y en mi opinión, había hecho los méritos suficientes como para ser titular. En aquella época pertenecía a infantiles y cuando me retiré, recién ingresaba a pre-novena. Mario Zanabria me vio jugar en un country, y me recomendó a Ernesto Grillo y Alberto González, quienes por ese entonces dirigían las Inferiores de Boca. Quede para jugar en Octava y al año siguiente pasé directamente a Sexta. Luego hice un año en Quinta, y de allí directamente a Tercera, para después integrarme al plantel profesional.”

latorre 350“Debuté en Primera División cuando estaba Juan Carlos Lorenzo como técnico, pero Pastoriza fue quien me dio confianza para afianzarme. La continuidad que me brindó, fue fundamental para lograr el reconocimiento de la hinchada, y la confirmación de mis posibilidades futuras. Cuando tengo que referirme a mis maestros futbolísticos, siempre afirmo que las mayores enseñanzas me las dejaron Roberto Saporiti y Angel Cappa. Pese a que no me llevaron a Primera, porque era muy joven, pulieron mis defectos y me insistieron para que aprovechara al máximo mis virtudes.” Necesito progresar en muchos aspectos, recién tengo 19 años, y mucho camino por recorrer. Me falta recurrir con mucha más frecuencia a mi habilidad en el área, tocar más seguido de primera, y llegar más seguido al gol. Mis mejores atributos son el pique corto, y la facilidad que poseo para sacarme al hombre de encima. A veces me engolosino demasiado con la gambeta, debo levantar la cabeza y, al tocar, buscar los espacios vacíos para recibir nuevamente. Al principio me sentía incómodo de punta, pero después me acostumbré.”

“Me enteré de que algunos adversarios declararon que acostumbro a ‘cargar’ a los contrarios. Están totalmente equivocados. Yo disfruto jugando al fútbol, entro a la cancha a divertirme, además de tratar de ganar el partido. Para mí, es una alegría el solo hecho de salir por el túnel aunque no dejo de reconocer que en el fútbol existen un montón de intereses en juego. El dinero, el prestigio, la continuidad, muchas veces dependen de un resultado, de todos modos yo lo sigo tomando como un divertimento.”

“Estoy convencido de que puedo ser la ‘manija’ de Boca, si me dieran continuidad en la función. Tengo condiciones para hacer la pausa y clarificar los movimientos de ataque. Además haría cualquier sacri-ficio si me lo pidieran de la selección, con el orgullo que significa vestir la blanca y celeste, hasta me animaría a marcar y trabajar en la recuperación del balón. Soy conciente de que actualmente el futbolista debe adaptarse a los distintos  funcionamientos que requiera el técnico de turno. La Selección Argentina es mi máxima aspiración.”

“Todavía no me desperté del sueño que significa Jugar en la Primera de Boca. Sigo siendo el mismo pibe de antes, frecuento los lugares de siempre, me doy con la misma gente… El único cambio que noté, es la increíble repercusión que tiene el club en el pais: el reconocimiento de esa inigualable hinchada. Es impresionante. Tengo miedo de marearme, supongo que no tomé conciencia de que estoy jugando en el mejor club del mundo.

“Escuché algunos comentarios acerca de que me estuvieron observando de la Sampdorla de Italia. Es un halago que hayan pensado en mí, pero me gustaría Jugar un año más en Boca. Todavía no di todo lo que puedo dar. Aún no colmé las expectativas que existen sobre mí, algunas versiones dicen que dos empresarios argentinos muy Importantes pondrían dinero para que me quedara un año más, Creo que el presidente Alegre también opina lo mismo.”

“No llegamos a ser campeones porque carecimos de regularidad. Alternamos partidos muy buenos, con otros mediocres y algunos malos. Fuimos uno de los pocos equipos que salió a buscar el resultado ante todos los rivales, y en todas las canchas. Una actitud positiva, pero también muy riesgosa. Cuando errás goles, el adversario se agranda. No reniego porque estoy en un todo de acuerdo con esta manera de jugar, prefiero perder con la mía, que resignar mis convicciones.”

“Desde chico Iba siempre a ver a River, mi abuelo era simpatizante de los Millonarios y me llevaba. Mis ídolos futbolísticos son el Beto Alonso y Francescoli. Desde que llegué a Boca siento un profundo cariño por el club, pero me identifico con la manera de jugar de esos dos ‘monstruos’. Ahora soy hincha fanático de Boca y estoy muy orgulloso de serio.

“Estoy convencido de que llegaré a la Selección Argentina. Todos los jugadores que andan bien, a la larga tienen su oportunidad, y yo no voy a ser la excepción. Es muy prematuro asegurar que seré convo-cado, además sería muy vanidoso de mi parte, darlo por hecho, pero vivo con esa Ilusión, Aunque creo ciegamente en mis condiciones, no me gusta decirlo a cada rato porque quienes no me conocen pue-den llegar a pensar que soy un agrandado, un fanfarrón…”

Artículo publicado en la revista Superfútbol de julio de 1989.