“Dejame pensar… A ver… Yo tengo abono en la San Martín y en los últimos años recuerdo con la 10 al Pitu Abelairas… A Ocampos… Y bueno, ahora tenemos al Pity Martínez”, bromea Ramiro, un hincha de River, obvio; cuando repasamos la lista de números 10 que disfrutaron los abonados del Barcelona en los últimos 35 años.

A veces se pierde el registro de algunas cosas pero una simple foto permite ubicarlas en su lugar. ¿Nos tendríamos que poner de pie? ¡Deberíamos! Maradona, Romario, Rivaldo, Riquelme, Ronaldinho, Messi. ¡Envidia grande! Y de sana, nada.

De aquel Maradona a este Messi. Así fue la vida de un abonado al Camp Nou. Porque no estamos hablando de un hincha común. Estamos pensando en el tipo que desde el 82 tiene su palco reservado. Un tipo que puede llegar diez minutos antes de que empiece el partido, sentarse en su butaca y… a gozar. No se necesita mucho más que haber nacido a comienzos de los 70 en Barcelona para haber podido disfrutar semejantes espectáculos.

Por supuesto: se podrían agregar decenas de nombres (desde Koeman hasta Iniesta, pasando por Ronaldo, Xavi, Busquets…) o equipos enteros (el de Cruyff, el de Guardiola…) pero, en este caso, queríamos detenernos en el número emblemático del fútbol.

Es cierto: la mayoría de los que aparecen en esta foto nos son 10 clásicos. Básicamente no lo son los brasileños: no lo es Romario, no lo es Rivaldo y no lo es Ronaldinho. Messi, con todo respeto, quizá sea el menos 10 de los argentinos. Y los dos más 10, seguramente, son a los que menos pudieron disfrutar los hinchas.

Sin embargo, en los casos de Diego y Román, nos gustaría dejarles un par de compactos de partidos en los que el Barcelona enfrentó al Real Madrid. Podrán “apreciar”, entre otras cosas, las patadas que le pegaban a Maradona. En ciertas ocasiones, cuando algunos medios pretenden compararlo con Messi, se olvidan de las circunstancias. Hoy, si los rivales le pegaran a Messi la mitad de lo que le pegaban a Maradona en su momento, la mayoría de los partidos no terminaría. Y, por favor, presten atención a los jugadores del Real Madrid haciendo un par de veces el gesto de que Diego se tiró cuando la patada que le pegaron debería haberle roto la rodilla, como mínimo.

En el partido de Riquelme podrán ver la confianza que le tenían sus compañeros. Todas las pelotas son para él. Y Román trata de hacerlos jugar. Claro, era un Román sin confianza máxima porque Van Gaal intentó estropearle el ego (con Riquelme no se puede) apenas llegó. El técnico holandés fue muy claro en la presentación: “Eres el mejor del mundo con la pelota pero cuando no la tenemos jugamos con uno menos. Yo no te pedí”, le dijo, palabras más palabras menos, como bienvenida. Y decidió ponerlo como volante por izquierda. Un día que Román no le hizo caso y se fue a mover en su hábitat natural, le regaló dos asistencias a Kluivert y el Barcelona le ganó 2 a 1 al Racing de Santander. Al día siguiente, Van Gaal lo acusó de “desordenado”. Sin embargo, los hinchas no pensaban lo mismo y lo van a demostrar en este derby. El holandés decidió sacar a un Riquelme que era figura para todo el mundo y el Camp Nou le respondió con reprobación en forma de silbidos y hasta de pañuelos de protesta.

Porque, claro, esos hinchas saben muy bien lo que es bueno. Y eso que todavía les faltaba un poco para empezar a disfrutar a Messi.

Maradona contra el Real Madrid, final de Copa del Rey

 

Riquelme contra el Real Madrid

 

Todos los goles de Romario como azulgrana

 

Algunas perlitas de Rivaldo

 

Si quieren ver algo lindo de Ronaldinho, les sugerimos entrar acá.

Y de Messi seguro que pueden encontrar algo por ahí.