Son muy pocas (¿ninguna?) las veces que el corazón y el orgullo le permiten al hincha de un equipo disfrutar con el equipo rival. Quizás, el momento más recordado de una situación semejante fue hace ya más de 20 años, el 5 de septiembre del 93, cuando la selección de Colombia goleó 5 a 0 a Argentina en el Monumental. Un poco por impotencia, cierto; pero también por admiración, mucha de la gente que estaba en la cancha de River terminó aplaudiendo al cuadro (nunca más apropiado) de Francisco Maturana.
Hay nombres de sobra para destacar de aquella tarde, pero el maestro de esa orquesta fue Carlos Valderrama. El Pibe… Tal vez, uno de los estandartes del fútbol que la modernidad critica por “lento”. Sin embargo, su velocidad estaba donde más se la necesita: en su mente. Y en su visión. Justamente eso es lo que podrán disfrutar en el video de abajo. La maestría para ver el hueco libre y hacia ahí acariciar la pelota, para resolverle un par de pasos al delantero en cuestión.
Valderrama debutó en el Unión Magdalena con 19 años, brilló en el Deportivo Cali, pasó por el Montpellier de Francia y por el Valladolid de España. Volvió a Colombia para jugar en Independiente Medellín, en Junior y luego retirarse en Estados Unidos a fines del 2003. Unos meses más tarde, cerca de 50 mil personas lo despidieron en Barranquilla, en un partido donde estuvieron, entre otros, Maradona y Francescoli. En el segundo video, un poco de historia sobre El Pibe.