“El fútbol tiene algo que engancha mucho. Es como el juego. Yo entiendo a los ludópatas, entiendo a los que están enganchados. Es que el fútbol tiene una parte de que engancha. Cuando eres jugador de fútbol siempre estás harto de la prensa, del entrenador, del público, de jugar cada día, un día eres bueno otro malo… Y todos los jugadores cuando se van a retirar dicen no voy a ser entrenador ni loco. Me voy a una isla desierta a fundirme todo lo que he ganado y ya está. Y cuando pasa el tiempo… todo el mundo empieza a sacarse el carné de entrenador, a ser agentes…”, le dijo Ernesto Valverde, entrenador del Barcelona puntero en la Liga de España, fanático de la fotografía (e incluso autor de un libro sobre el tema), a nuestra revista hermana Líbero. En una jugosa y extensa entrevista con el periodista Enric González, el DT habló de su amado Espanyol, de política y -sobre todo- de fútbol. Y de técnicos. Y de futbolistas. Elegimos los extractos que más nos gustaron para compartirlos con ustedes.
-¿Cómo se hace uno entrenador?
-Al final lo que has hecho toda la vida es el fútbol, pero cuando terminas tu carrera piensas más en el juego. Más veterano, te preocupas más por el mecanismo, la táctica y empiezas. Yo nunca pensé en ser entrenador y ahora mira. He tenido a Clemente, Cruyff, Heynckes, Irureta… Sáez, Víctor Muñoz, Pichi Alonso, que lo tuve de compañero y luego de entrenador en el Mallorca. Al final de cada uno sacas algo. En el caso de Cruyff es que cambió la manera de entrenar en España. Y Clemente, desde el punto de vista táctico, ha sido de los entrenadores con los que yo más he aprendido.
-A veces parece que conviene que el jugador no piense ¿Por qué el jugador no puede pensar?
-No le conviene pensar. No es que no pueda pensar, es que no tiene tiempo para pensar. De todas maneras hay tendencia a creer que los jugadores de fútbol somos todos unos zoquetes, que no han leído un periódico en su vida… Como si la gente fuera por las aceras hablando de Platón. Al final el jugador habla de fútbol porque es de lo que sabe.
-¿Se le pide demasiado al futbolista?
-Al jugador de fútbol se le exige que con 20 años sepa manejar circunstancias excepcionales, que hable en público, aguantar al entrenador, saber manejar a la prensa, no creerse Dios porque la gente te grite porque has metido dos goles, tener esa dosis de autoestima para no hundirte cuando fallas… Tienes que saber un montón de cosas cuando tienes 21 años. Cuando tienes 25 años has vivido un montón de cosas que otra persona quizá no lo viva en 10 o 20 años o más 40 o 45. Eso es un aprendizaje increíble porque el fútbol es un curso acelerado de la vida real. En un año te han subido arriba y bajado a lo más profundo, uno te ha engañado, te ha robado dinero, te has comprado un coche y te van llamando gilipollas por la calle… Yo estoy de parte del jugador.