Este próximo jueves 13 de julio la Legislatura Porteña volverá a poner en jaque algunos de los preceptos que hacen del fútbol argentino una fiesta popular reconocida en todo el mundo. Si bien es una ley que se aplicará sólo en la Ciudad de Buenos Aires y que tenía el espíritu de ayudar a ordenar e igualar los operativos policiales en todas las canchas porteñas, no podemos dejar de remarcar que algunos de sus artículos tendrán incidencia a lo largo y ancho del país ya que no es una estrategia aislada del Gobierno Nacional.

Desde la Coordinadora de Hinchas no comprendemos cuáles serían específicamente las ventajas en materia de seguridad que significarán los asientos en las canchas. Sostenemos que obligar a los equipos a tener más plateas no mejora la seguridad en los estadios, sino que éste es un nuevo aporte al modelo macrista de elitización y privatización del fútbol que se suma a la creación de la Superliga, la privatización de la televisación de los partidos de fútbol y las nuevas e insistentes declaraciones del Presidente de la Nación y el Gobierno Nacional a favor de las Sociedades Anónimas Deportivas, las cuales ya fueron rechazadas de manera contundente por todo el ambiente del fútbol.

Las entradas numeradas se transformarán en plateas que muchos y muchas no podremos pagar, por lo que tendremos que dejar de alentar a nuestros clubes. Ya no podremos verlos ni en los estadios ni por la televisión. Cambiará el status social del público que asiste y rodea al deporte más popular del país convirtiendo al fútbol en un espectáculo más elitista, cambiando también la fisonomía, el color y la idiosincrasia a la que estamos acostumbrados a vivir cada domingo. Además, a largo plazo, esto también puede ser un peligro existencial para muchos de los clubes que viven de la recaudación de cada domingo: en principio para los porteños, porque la ley se aplicará en la Ciudad pero pronto también se intentará extender a nivel nacional.

Es así que se encarece el espectáculo para el hincha de a pie y se mantienen los altísimos costos para garantizar el espectáculo en materia de seguridad, accesos, iluminación, que están a cargo de las instituciones deportivas. Esto complicará aún más las economías de los clubes que, con una peor distribución de los ingresos por televisión, menos recaudación y menos masa societal van directo al barranco financiero y hacia las “manos salvadoras” de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), decretando finalmente la muerte de los clubes y el inicio de una larga vida de negocios para un pequeño grupo de sanguijuelas que quiere vivir de nuestra pasión.

Sabemos que el proyecto original no buscaba incidir sobre las graderías de los estadios ni involucrarse en los ingresos y gastos de los clubes, sino todo lo contrario. Si el espíritu del proyecto es legislar de manera igualitaria para todos los clubes de la ciudad y garantizar la intervención del Estado para brindarnos seguridad y comodidad en cada partido, por supuesto que estaríamos apoyando la propuesta. El Estado no puede estar ausente y debería ser el garante para que podamos continuar con la vida social y cultural a través de los clubes con normalidad.

Es obligación del Estado y de nuestros legisladores nacionales, provinciales y municipales colaborar en la tarea y promover la función social que los clubes -asociaciones civiles sin fines de lucro- cumplen en nuestra sociedad. Su principal tarea es que nuestro derecho a participar en los clubes siga estando vigente y que sigamos disfrutando de una fiesta popular como el fútbol argentino sabe brindar desde el césped y los vestuarios, pero principalmente desde las tribunas.

Desde la Coordinadora de Hinchas no podemos ver esta ley como un caso aislado. Mauricio Macri acaba de anunciar en una radio cordobesa que según su mirada las Sociedades Anónimas Deportivas deberían existir y convivir con nuestros clubes. Semejante barbaridad no sólo nos preocupa frente a la posibilidad de perder nuestra identidad como socios y socias de los clubes, sino que nos muestra el carácter antidemocrático y amoral de un Presidente que con sus declaraciones revela no valorar el cargo que ocupa ni respetar el voto popular que lo llevó a donde está hoy.

Le recordamos al Presidente que la sociedad futbolera le cerró las puertas a su privatización en el año 97’, cuando intentó instalarlo en AFA desde el Club Atlético Boca Juniors, cuando quiso comprar Deportivo Español y mudarlo a Mar del Plata, cuando su amigo Fernando Marín pretendió quedarse con el patrimonio de los hinchas de Racing, cuando este año trató la imposición de las SAD a través de Angelici, Armando Pérez y otros dirigentes, cada vez que tantea a través de sus socios establecerlo en cada club como ya lo hizo en Talleres de Córdoba o en el Club Atlético Ferrocarril Midland. A pesar de los intentos ya desesperados de Mauricio Macri, seguiremos rechazando una y otra vez un modelo de fútbol-mercado que nos excluye y nos aleja de lo que más amamos, nuestros clubes.

¡NO queremos SAD! Y lo vamos a impedir las veces que sea necesario. Lo vamos a frenar en nuestros clubes, en la AFA y también frente a los poderes y organismos del Estado que quieran meter los garfios para agrandar sus negocios personales en lugar de legislar para el bien del pueblo.

El próximo lunes 17 de julio a las 18.30 horas en el Hotel Bauen (Av. Callao 360), la Coordinadora de Hinchas volverá a abrir sus puertas en un nuevo plenario abierto, y estos temas volverán a ser el eje ordenador de nuestra lucha. Así que si sos socio/a de algún club, sos hincha, participás de alguna agrupación en tu club o simplemente amás tus colores, éste es el espacio donde vas a poder defenderlos.

¡Te esperamos!

#NoALasSAD
#NuestraPasiónNoSeVende.