Todo el mundo se apiadó de los jugadores de River y les reclamó a los de Boca una solidaridad que no mostraron. Pero un par de días después de ese jueves horrible, los jugadores de River le devolvieron la pelota a sus rivales.
Evidentemente, nosotros, los que hacemos Un Caño, somos un poco ingenuos. Porque nos quejamos de una insolidaridad de la que no se quejaron ni siquiera los jugadores de River. Y si no se quejaron no fue por no llorar (porque en eso son especialistas la mayoría de los futbolistas, camisetas al margen) sino porque ya están contaminados con estas reglas de juego que, básicamente, dicen que al rival, nada. O peor: si lo podés matar, mejor.
Como Boca cargó a River con una foto después del 5 a 0 del verano, ahora River se tomó revancha. Unos jugadores que se suponían golpeados por lo que acababan de vivir tuvieron ganas de posar para una foto que, una vez que se confirmó el fallo de la Conmebol, subieron a las redes sociales.
Folclore, dirán algunos. Basura, decimos nosotros. ¿A quién iba dirigida la foto? ¿A los hinchas de Boca? ¿A los jugadores? Iba dirigida a los hinchas de River. Para que se regodearan con un plantel que es tan vivo como ellos. Porque nosotros clasificamos y los bosteros fueron eliminados. Pero, ¿en serio le encuentran la gracia a que haya sucedido de esa manera? ¿A los futbolistas se les va la humanidad tan fácilmente?
Ni a los dirigentes, ni a los jugadores ni mucho menos a los hinchas les jodió haber pasado de ronda afuera de la cancha (sí, ya sabemos que la serie la iba ganando River). Porque eso ya no le importa a casi nadie. El mientras tanto del fútbol, hoy, es irrelevante, al menos cuando se trata de tu equipo. Hicimos esto o hicimos lo otro. Jugamos así o jugamos asá. ¿Está bien? ¿Está mal? Fácil: si ganamos está bien, si perdemos está mal.
Y como esta incultura está tan instalada, nos permitimos una humilde propuesta para evitar incidentes, clausuras, multas y operativos policiales tan exitosos como el del jueves: que se ponga un bolillero en el medio de la cancha y se sortee el resultado. Cuando salga la bolilla de Boca, sus hinchas ya podrán gritar: “por puto y cagón”, “seguís siendo de la B” o cualquier barbaridad semejante. Y si el afortunado es River escucharemos “andate a vivir a Bolivia”, “te volvimos a coger” o cualquier barbaridad semejante. Y, claro, los dos planteles tendrán su fotito preparada para cargar al otro por haberle ganado con todas las de la ley.