Mis amigos de Un Caño trajeron una lista absurda de clubes que eran considerados los más grandes, lindos, esbeltos, hermosos, deseados y no sé que otras estupideces del mundo. Creo, si mal no entendí, que era una realización de France Football. Ya de por sí es un disparate hacer rankings y pensar en clubes y no en equipos. Más desopilante aún es comparar ligas. Y mucho más ridículo es valorar campeonatos de otras épocas con los actuales. Ni quiero entrar en el asunto de la globalización y la billetera porque ya no quedaría nada para el debate.

Por eso, yo les expliqué a mis colegas, antes de ser eliminado de la competencia por considerarme insano, que el equipo más grande del mundo era San Lorenzo. Y di muchos argumentos. Todos discutibles como los que esgrimían ellos, por supuesto, pero míos. Y al que no le guste, allá él. Vamos por ellos:

San Lorenzo fue el primer equipo que ganó dos torneos invicto en la Argentina: el Metropolitano de 1968 y Nacional de 1972.

Es el club que dejó más alineaciones gloriosas para la historia del fútbol argentino, y cada una de ellas es reconocible con un apodo.

A bifes:

Los cuervos: primer apodo, el de principios de siglo, por ser fundado por el cura Lorenzo Massa.

Los Gauchos de Boedo: en 1932, por la incorporación de jugadores del Interior del país, entre ellos Chividini, Magán y Cantelli.

El Ciclón: para el equipo de 1933, que tenía una estupenda delantera.

Los Santos: para el campeón de 1946, también por su relación con los curas.

Los Carasucias: para el conjunto de 1963 integrado por pibes como Doval, Veira, Areán, Casa y Telch.

Los Matadores: el de 1968, el equipo de Tim, que normalmente no jugaba bien los primeros tiempo pero liquidaba a sus rivales en los complementos.

Y hasta se bautizó a otro equipo medio pelo como Los Camboyanos: fue a fines de los 80, cuando los futbolistas le ponían el pecho a la crisis económica respondiendo con buenos resultados. Casi unos próceres.

No hay otro equipo que tenga tantos apodos. Y como somos buenos regalamos Azulgranas y CASLA.

San Lorenzo fue el primer grande es descender. Dirán muchos que ese hito no es para enorgullecerse. Pero para cada uno de los hinchas de San Lorenzo que vivimos aquella épica cruzada de 1982, no hay más que buenos recuerdos. Fuimos grandes aún en la adversidad. Pocos son capaces de generar semejante revolución.

Vagamos por decenas de barrios  y canchas durante décadas -cuando los milicos nos sacaron el Gasómetro- y nunca perdimos nuestra identidad. Nos han verdugueado durante años con góndolas, ofertas, Carrefour y no recuerdo cuántas otras estupideces y, pese a ello, seguimos reivindicando nuestro lugar de pertenencia: Boedo. Ser nómades no nos cambió ni un centímetro la seguridad de saber a qué lugar del mundo pertenecemos. Sabemos de dónde venimos, donde estamos y a dónde vamos.

Seguimos manteniendo pese al profesionalismo rabioso nuestra cultura nacional y popular. No nos travestimos en algo que no somos. Nunca fuimos elitistas que buscaban ser de barrio ni tipos de barrio que queríamos ser de alta sociedad. Somos lo que somos. Y orgullosos.

Nos morfamos años de gastadas por no haber ganado una Copa Libertadores. ¿Y? Finalmente la obtuvimos pero eso tampoco nos convirtió en algo diferente. Siempre fuimos parte del Grupo de los Cinco grandes  y ni siquiera esa mancha de décadas en nuestro palmarés nos sacaba ese lugar.

No voy a profundizar sobre la creatividad de la hinchada porque eso ya sería subjetivo, pero muchos de los que lean estas líneas coincidirán con que desde la tribuna se San Lorenzo han bajados las mejores composiciones de la historia, muchas de ellas copiadas por otras hinchadas.

No tengo mucho más para agregar. Estas son las razones por las que San Lorenzo, para mi ¿eh?; para mí, es el club más grande del mundo. ¿Son argumentos débiles? Puede ser. ¿Y? Son los míos. Que cada uno desarrolle los suyos para defender el honor de su club.

Ah, lo último, siempre voy a agradecerles a mi abuelo Alberto y a mi tío Osvaldo que me hayan permitido sumarme a este viaje de ser hincha de San Lorenzo. Porque definitivamente es el mejor club del mundo.