Hay una sensación generalizada cuando se mira el plantel y el equipo que Jorge Sampaoli armó en Argentina para enfrentar el Mundial de Rusia: demasiadas caras conocidas. Demasiados jugadores viejos, no precisamente (o no solamente) en términos de edad, sino porque vienen desde lejos. De hace dos o tres ciclos mundialistas.
Lo advertíamos en esta nota cuando hablábamos de la lista preliminar presentada por el técnico antes del torneo. Hablábamos de Argentina, de Alemania y de España. Casualidad o no, todos quedaron eliminados antes de cuartos de final.
Repasemos el concepto principal. Lo que nos siguió haciendo ruido después de la eliminación. Argentina repitió a 8 futbolistas que también jugaron en Brasil 2014: Messi, Agüero, Higuaín, Mascherano, Di María, Enzo Pérez, Rojo y Biglia. Alemania también repitió 8 (Neuer, Boateng, Kroos, Müller, Özil, Khedira, Draxler y Hummels) de cuando se coronó campeón. Y España repitió 11, pese a que había quedado eliminado en primera ronda.
La conclusión, entonces, parecía ineludible: no es deseable repetir jugadores. Al menos no en tanta cantidad. Pero nos pusimos a investigar, y no fue tan así. Acá está la lista de los clasificados a octavos (y Alemania), ordenados por cuántos futbolistas estuvieron en las convocatorias de 2014 y 2018. Suecia y Dinamarca no jugaron en 2014, con lo cual no aparecerán en el listado.
BÉLGICA y SUIZA 15
CROACIA 13
URUGUAY, JAPON y ESPAÑA 11
COLOMBIA 10
MEXICO 9
ARGENTINA Y ALEMANIA 8
PORTUGAL 7
BRASIL Y RUSIA 6
INGLATERRA Y FRANCIA 5
La primera conclusión es que ni Argentina ni Alemania ranquean tan alto en el índice de repetición. La segunda es que quizá es deseable repetir una buena cantidad de jugadores de un Mundial a otro, si se trata de jugadores jóvenes que hicieron su primera experiencia en la Copa anterior. Podría ser el caso de Bélgica y Suiza, países con una base muy definida y poca renovación en los últimos cuatro años, pero con futbolistas consolidados en la selección. Croacia es un caso similar. Ni hablar de Uruguay. Las cuatro repiten más de 10 futbolistas en este Mundial, y tres de esas cuatro avanzaron a cuartos de final.
¿Y los que tienen más renovación que Argentina? Ahí entran Inglaterra, Francia, Rusia y la Brasil de Tité. Todas ellas en cuartos. Es decir que en los extremos opuestos de la escala hay equipos que avanzaron.
Difícil llegar a una sentencia firme.
De hecho, nos pusimos a ver cuántos jugadores de mundiales anteriores tenían los últimos campeones. En 2014, Alemania repitió 11 nombres de 2010. En 2010, España repitió 10 con respecto a 2006. En 2006, Italia tuvo 8 jugadores que llegaban desde 2002. Y en 2002, Brasil contó con 6 futbolistas que estuvieron en el 98.
Como segundo ejercicio, nos pusimos a ver cuántos jugadores que habían estado en el Mundial de 2010 permanecían todavía en sus naciones respectivas durante Rusia 2018. Nos quedaron todavía menos equipos, porque en 2010 no estuvo Suecia, Croacia, Rusia, Bélgica ni Colombia. Ésta es la lista de selecciones en orden de cantidad de jugadores convocados a los dos Mundiales (2018/2010), con ocho años de diferencia.
ALEMANIA 7
MÉXICO 7
URUGUAY 7
ARGENTINA 6
ESPAÑA 6
JAPÓN 5
PORTUGAL 4 (uno es Cristiano)
SUIZA 4 (uno es Shaqiri)
DINAMARCA 2 (uno es Eriksen)
FRANCIA 2 (dos arqueros)
BRASIL 1 (Thiago Silva)
INGLATERRA 0
Si la otra lista nos desorientaba, imaginen ésta. Porque aunque uno estaría tentado de decir que no es bueno arrastrar tantos jugadores durante tantos años sin renovarse, ahí están Uruguay y hasta México para desmentirlo.
Lo que de nuevo parece quedar claro es que Argentina no lidera la estadística de permanencia. El grupo inalterado en todo caso está a la altura de otros cinco equipos que pasaron la primera ronda.
¿Entonces? ¿Es cierto que a Argentina le faltó renovación, recambio?
Volvamos de nuevo a los campeones Mundiales. En 2014, Alemania tenía 5 futbolistas que databan de 2006 (Lahm, Klose, Podolski, Mertesacker y Schweinsteiger). En 2010, España volvió a convocar sólo a 3 de los que jugaron en 2002 (Xavi, Casillas y Puyol). En 2006, Italia repitió 5 de los que habían jugado en el 98 (Buffon, Cannavaro, Nesta, Del Piero e Inzaghi. Y en 2002, Brasil sólo tenía dos nombres con ocho años de antigüedad: Ronaldo y Cafú.
De nuevo la conclusión parece difícil de sacar. A veces los fríos números no alcanzan y hay que mirar los apellidos. Los nombres repetidos, si son nombres importantes, pueden beneficiar al equipo. Parece claro en estos casos. Pero también dependerá de su nivel en el momento del torneo. ¿O acaso Mascherano o Di María no son grandes nombres? ¿Y su permanencia en el equipo en 2018 benefició o perjudicó a Argentina?
En todo caso, existe una suerte de mito alrededor de las refundaciones. Hay que mirar los nombres propios alrededor del mundo para entender mejor cómo se renueva una selección. Porque en general los mejores del país están bastante claros. Y si hay un proyecto a largo plazo, no habrá tanto revoleo de nombres. Una continuidad significa también una idea futbolística que se respeta, a veces –como en el caso de Tabárez- un DT que se queda y se queda, y convoca a una misma base.
Las histerias argentinas nos impiden mirar el contexto de tanto en tanto, y nos hacen engañar.
