Primera reflexión: el clásico fue bastante mejor de lo que habitualmente nos tiene acostumbrados. Al menos durante el primer tiempo, cuando se vio un River desbordante por los costados, enviando algunos centros picantes que inquietaron considerablemente a Orión.

Segunda: River fue bastante mejor que Boca. Siempre fue fiel a una idea de juego, aún con errores en el manejo de la pelota que, circunstancialmente, terminaron complicándole un poco la vida defensivamente.

River vs Boca 2016En el primer tiempo, los de Gallardo llegaron con centros desde la izquierda y de no ser porque Mercado, Alario y Mora no estuvieron exactos en las definiciones, tranquilamente se podría haber puesto en ventaja.

Boca, en cambio, propuso poco y nada. Sólo algunos arrebatos de Tevez y uno que otro arranque de Palacios, los que normalmente terminaron con centros muy mal realizados.

La tercera cuestión que quedó en el tintero es que, habida cuenta de lo visto ante Racing y River, todavía no se vio la mano de los Mellizos Barros Schelotto en la conducción. O peor aún: se vio un retroceso respecto de lo que el equipo proponía en la lavada conducción de Arruabarrena.

Boca, al menos por ahora, es una mueca de sí mismo. No hay una idea o un concepto: es un equipo que sólo hace en función de lo que le propone o le deja su adversario. Puede ganar o puede perder (o empatar como le pasó en los dos partidos que disputó) pero todavía no se parece en nada a lo que uno vio de los Barros Schelotto en Lanús.

River mereció quedarse con los tres puntos pero sólo obtuvo uno. Su pecado fue la falta de precisión en los últimos metros de la cancha. Tuvo cuatro chances para derrotar a Orión y el arquero sólo debió intervenir en una, en la última, ante Mora. Con esto queda claro que el problema estuvo básicamente en la definición.

El resto de su trabajo lo hico con creces: protegió a Barovero (sólo le llegaron una vez con una pelota que le quedó a Tevez boyando en el área), dominó a su adversario en la mitad de la cancha y fabricó oportunidades. ¿Alcanza? No. Los clásicos no se ganan sólo con la propuesta futbolística.