Primero dejamos de ver a Pablo Lunati…

Apenas se transformó en ex árbitro, Lunati se convirtió en un personaje mediático y TyC Sports lo consideró apropiado para su ciclo “No todo pasa”, un programa que vive del ruido más que de las nueces.

Después dejamos de ver a Flavio Azzaro…

Un joven periodista que se hizo conocido por su estilo gritón y polémico en un ciclo que conducía Alejandro Fantino, también fue reclutado por “No todo pasa”.

Aunque Lunati y Azzaro eran los dos tipos que mejor entendían la lógica del programa ya no se puede ver a ninguno de los dos. Mientras el ex árbitro prefirió maquillar su salida, el periodista salió a romper con todo. Lunati, a principios de año, explicó que “estaba empleado por contrato” y, “supuestamente”, no se lo renovaron. Pero Lunati también participaba de otro ciclo del Grupo Clarín: “Pasión por el fútbol”, que iba por Canal 13 los domingos después del fútbol. También dejó de aparecer allí. “Fui contratado por cinco programas”, aseguró el ex árbitro para evitar cualquier polémica y desmentir los rumores que indicaban que su salida del Grupo tenía que ver con una orden que había llegado desde “muy arriba”.

La verdad es que sí, que la orden para que Lunati no estuviera más en el Grupo Clarín llegó desde “muy arriba”. ¿Lunati dijo algo inconveniente al aire? ¿Lunati se metió con alguien poderoso? No. O sí. El ex árbitro fue invitado a jugar un partido de fútbol y le pegó una patada al rival equivocado, a una persona muy cercana a uno de los más altos directivos del Grupo Clarín. Como ellos se creen los dueños de todo (¿lo son?) pidieron la cabeza del ex árbitro. Aunque desde TyC Sports intentaron explicar que Lunati “medía bien”, la respuesta fue contundente: “No lo queremos más”. Paradójicamente se podría decir que echaron al árbitro por juego brusco.

Azzaro fue mucho más específico que Lunati. Una vez confirmado su despido, reveló los motivos en algunos programas: “Me dijeron que había alguien importante enojado con muchas cosas que yo había dicho y me dieron a entender que ese alguien tenía mucho poder como para sacarme del programa. Me dijeron que Angelici se había comunicado con alguien muy importante del Grupo y había pedido mi cabeza”.

¿Qué hizo TyC Sports? Entregó la cabeza de Azzaro, como unos meses antes había entregado la de Lunati.

El presidente de Boca se habría enfurecido porque Azzaro, durante el Mundial, se metió con su vida personal. Azzaro criticó a Angelici porque decidió volverse de Rusia por la muerte de un amigo y dejó solo a Chiqui Tapia. Para reafirmar su crítica señaló que se había muerto el padre de Diego Díaz y que el conductor del ciclo “No todo pasa” se había quedado en Rusia haciendo su trabajo.

No nos corresponde a nosotros decir si es más lógico lo de Angelici o lo de Díaz. A cada uno le pegan las cosas que le suceden de distinta manera y las decisiones que tomen por sus problemas son responsabilidad de cada uno.

De lo que sí podemos hablar es de la sumisión de TyC Sports, confirmada al aire por el propio Diego Díaz cuando explicó la salida de Azzaro y Daniel Mollo (el Grupo Clarín “disfrazó” la salida de uno cargándose también a un hombre cercano a Angelici): “Son decisiones de la empresa que uno debe respetar. Nos han dolido sus salidas como así también nos había dolido la salida de Pablo Lunati. Aunque con nuestro productor hemos tratado de que nuestros compañeros vuelvan, no lo hemos conseguido”.

Los programas viven por y para el sanguinario rating y Lunati y Azzaro, más allá de sus dudosos méritos como panelistas (¿periodistas?), eran los que más les rendían. Durante el Mundial, en TyC Sports, en ese programa y en otro, hemos visto y escuchado un montón de barbaridades. Todo por un puntito más de rating. Todo por un poquito más de polémica. O de basura. Pero cuando los golpes llegaron a los poderosos a TyC Sports no le importó bajar sus banderas. Así que desde este humilde espacio proponemos un minuto de silencio para el canal y para la mayoría del periodismo.