Argentina se quedó en octavos. Llegó bastante más lejos de lo que indicaba el rendimiento del equipo, que pudo incluso quedarse sin ir a Rusia. La eliminación no resulta tan dolorosa como en otras ocasiones: la mayor parte de los argentinos habíamos hecho el duelo después del partido contra Croacia -escándalo entre jugadores y DT incluido-, hasta que Rojo nos regaló una vida más para ver el juego contra Francia, un rival a priori superior.
Pero ahora hablaremos solamente del partido. Ya llegará el momento de analizar en detalle cuánto del descalabro institucional de la AFA y de las peleas internas y políticas afectaron la composición y el rendimiento de este plantel.
Hoy nos quedamos con un partido de fútbol. ¿Por qué nos ganó Francia?
Intentaremos responder en 10 puntos simples.
- Porque entramos a la cancha con un planteo táctico que ponía a todo el equipo detrás de Messi, y la consecuencia fue que Messi bajó a buscar la pelota a la mitad de la cancha.
- Porque en el medio había una jaula armada por Pogba-Kanté-Matuidi que no supieron resolver ni Enzo Pérez, ni Banega ni el propio Messi cuando tuvieron la pelota.
- Porque esos tres volantes, más Mbappé y Griezmann, eran mucho más rápidos que cualquier jugador argentino en cancha, e hicieron valer esa velocidad. No sólo corriendo contragolpes. Agarraron mal parado al equipo también cuando buscaba circular la pelota en la salida y ellos cortaban el circuito de juego.
- Porque en lugar de defender en equipo o con presión colectiva o con algún plan de relevos asociados intentamos ir hombre con hombre ante tipos que nos superaban en velocidad, en despliegue y -duele decirlo pero es así- en técnica.
- Porque ninguno de los extremos pudo tomar como correspondía la subida de los laterales franceses. Hernández le ganó siempre a Pavón, más preocupado por marcar esa franja sin ayuda que por atacar. Y Pavard le ganó a Di María, al menos en la vez que más contaba. Pavard, justamente, había jugado hasta hoy 114 partidos entre selecciones y clubes. Y había metido un solo gol (de cabeza). E hizo ese golazo en el momento más favorable a Argentina del partido. 2-2. Ese gol es muy simbólico: casi llega Mercado a parar el centro de Hernández, casi llega Tagliafico a despejar en defensa, casi llega Di María a tapar a Pavard. No llegó nadie.
Hasta hoy, Pavard había jugado 114 partidos entre selección juvenil, mayor y clubes. Había hecho UN gol (de cabeza). pic.twitter.com/1G9saGfdBJ
— Un Caño (@REVISTAUNCANIO) 30 de junio de 2018
- Porque Armani no pudo atajar esa pelota salvapartidos que suele atajar en River, y el tiro de Mbappé le pasó por debajo del cuerpo cuando había que aguantar al menos por un rato ese empate, para darle la responsabilidad a Francia de tener la pelota.
- Porque a pesar de estar en ventaja en el marcador con un par de goles difíciles de justificar en el resultado –zapatazo de afuera, casualidad de Mercado tratando de sacar el pie ante el tiro de Messi- nos hicieron tres goles en diez minutos.
- Porque ellos, a diferencia de nosotros, sabían lo que hacían y cómo hacerlo.
- Porque Mbappé jugó muy bien y Messi jugó muy mal.
- Porque eran mejores que nosotros.