Los conservadores dicen que el fútbol tiene un reglamento perfecto y que no debe ser tocado. Pero esos mismos retrógrados que se niegan al avance (muchos de ellos son -insólitamente- muy jóvenes, como algunos de mis compañeros de Un Caño) se olvidan que el fútbol fue cambiando sus reglas con el paso de los años.
Sin ir más lejos, los que se ponen en contra de modificar el reglamento son tipos que nacieron con un fútbol de tres cambios, con el arquero jugando la pelota con el pie cuando se la pasa un compañero, con que no existe el offside cuando el delantero está en la misma línea que el último defensor, con sanciones severas a los tacles deslizantes o con expulsiones por doble amarilla. Y nada de eso existía allá por 1967, cuando quien firma esta nota empezó a ver partidos de los viejos torneos Metropolitanos y Nacionales.
¿Me pueden explicar por qué el fútbol debe blindar su reglamento cuando la preparación física de los jugadores avanzó tanto que el juego ya perdió gran parte de su atractivo? Soy de los que consideran que el fútbol debe dar una vuelta de timón a su historia y que debe cambiar para mantenerse como el deporte más popular. Porque, desde hace años, los partidos son aburridos, monocordes, chatos, mal jugados y carentes de atractivo. Debe aprender del básquet, del hockey, del rugby, que mejoraron sus reglamentos para hacerlos más interesantes y dinámicos. Y no me vengan con que son deportes que no le llegan a los talones al fútbol en su popularidad, porque eso sería lo mismo que decir que lo que es exitoso es muy bueno. Y tenemos sobrados casos en la historia de la humanidad que desmienten aquella fórmula mágica.
Se me ocurren alguna ideas para implementar:
* Una modificación radical en la regla del offside. Hoy, los equipos achican en mitad de cancha porque hasta ese lugar las defensas juegan con la posibilidad de tirar el offside. Bien: reducir la zona y sólo considerar offside cuando se produce dentro de las últimos metros, es decir con una línea que debería cruzar la cancha de lado a lado a la altura de área grande. Con esto se generarían más espacios, se agrandaría la cancha, se estirarían los equipos en el campo de juego
* Como en el fútbol cinco, considerar infracción si un adversario va al piso para rechazar. Con esto se le daría ventaja al delantero en el mano a mano y, además, se evitarían los riesgos de lesión. Los defensores, en lugar de velocistas deberían ser tiempistas y se recuperaría el valor fundamental a la gambeta.
* El fútbol se juega con los pies y sólo un jugador está habilitado para usar las manos. ¿Me pueden explicar por qué los laterales se hacen con las manos? Es ridículo. Y ni que hablar de las reglas técnicas que tiene el lateral, que es complemente contra natura. En definitiva: apoyo fervorosamente los laterales con los pies y hasta abono la idea que puedan ser considerados tiros directos y sin offside.
* El fútbol pide a gritos el córner corto. Si la pelota sale del campo entre las dos rayas del área grande, el tiro de esquina se debería realizar desde el vértice el área grande. Esto, además, se complementaría con el cambio de los laterales con los pies.
* Toda mano dentro del área, es penal. Al estilo del pie en el hockey, que se sanciona con córner corto. Muchos dicen que de esta manera los delanteros apuntarían a pegarle al brazo a los rivales. ¿Y? Genial. Más penales. Más goles. Más espectáculo.
* Tiro libre directo sin barrera desde el semicírculo del área grande, ante infracciones consideradas graves y por más que se cometan en cualquier parte de la cancha. Sería algo así como una sanción técnica para los violentos.
* Bonus para el equipo que gana por más de tres goles de diferencia. Aquel que se imponer por 3-0, 4-1, 5-2 o más, sumaría un cuarto punto en la tabla de posiciones.
* Sanción disciplinaria para aquel jugador que comete cuatro faltas. Deberá ser reemplazado, como en el básquet, si es que su equipo todavía puede hacer modificaciones o el equipo se quedaría con uno menos en caso de que ya se hubieran realizado los tres cambios. Para aplicar esta eventualidad se podría agregar una cuarta modifiación.
* Tiempo neto de juego para terminar con las demoras absurdas y ridículas. Media hora o 25 minutos por tiempo. Me da igual. Está sí sería una solución sencilla para un mal endémico del fútbol: la manía de hacer tiempo cuando se está arriba en el marcador.
Si se tomaran algunas de estas modificaciones no tengo dudas de que el fútbol sería más atractivo y que los espectáculos mejorarían considerablemente. Más allá de lo que digan algunos zonzos que defienden al actual reglamento como si fueran las tablas de la ley.