No se plantaron Boca ni River. No se plantó el presidente del país. No se plantó el presidente de la AFA. No se plantó nadie que tuviera algo de poder. Nos plantamos nosotros, que no somos nada pero que de vez en cuando nos afloran los principios. Un amigo que vio la final nos contó que tenemos que agradecerle a Juanfer Quintero por el fútbol. Así que gracias al colombiano y, ahora, los dejamos con la crónica de un partido que se jugó donde se tenía que jugar mientras un puñado de millonarios se hacían más millonarios todavía a costa de un espectáculo que era nuestro.
Sevilla, 9 dic (EFE).- El Betis ganó 2-0 al Rayo Vallecano, con goles del argentino Giovani Lo Celso, de penalti, y del brasileño Sidnei, y se sitúa séptimo, al acecho de la zona europea, tras superar en un partido competido e intenso a un combativo conjunto vallecano, que sigue sin enlazar dos triunfos y en puestos de descenso.
Tras un primer tiempo igualado, el Betis aprovechó un penalti pitado tras consultar el árbitro la pantalla ubicada a pie de campo para adelantarse por medio de Lo Celso, en el 59, y luego sentenció con un gran gol del defensa Sidnei Rechel da Silva para encadenar su cuarta victoria en su cuarto partido seguido en casa, dos de Liga, uno de la Liga Europa y otro de la Copa del Rey.
Era un duelo entre equipos con rachas y objetivos opuestos, pero ambos necesitados de los puntos: el Betis, para zanjar su irregularidad liguera y acechar la zona europea; y el Rayo, penúltimo, obligado a ir a por todas para ir saliendo del pozo de la tabla, unas premisas previas que se hicieron notar sobre el campo.
Sin el mexicano Guardado, lesionado la pasada jornada, el equipo de Quique Setién salió con Loren y el paraguayo Tonny Sanabria arriba, en lugar del sistema más habitual con un solo punta, y con siete cambios respecto al once que goleó 4-0 al Racing de Santander en Copa (Pau, Bartra, Sidnei, Junior, Carvalho, Lo Celso y Loren).
El Rayo, tras romper la pasada jornada con el Eibar (1-0) una racha de once partidos ligueros sin ganar y apeado por el Leganés de la Copa, mantuvo su bloque, aunque con los veloces Álvaro García y Adrián Embarba como estiletes al quedarse Raúl de Tomas en la suplencia, y salió con mucha animosidad ante un Betis algo dormido.
Los verdiblancos, poco profundos en ataque y con su cerebro, Lo Celso, demasiado retrasado y, por ende, con menos opción de sacar a relucir su poderío y tino en las llegadas al área, se mostraron muy previsibles ante un ordenado e intenso cuadro madrileño, que aún así no renunció a proyectarse en ataque.
Con el Betis muy atascado en su juego, los franjirrojos avisaron de su peligrosidad mediada la primera mitad con un tiro cruzado del utrerano Álvaro García, al recibir un pase en profundidad al centro de la zaga local, pero Pau López, muy seguro, detuvo el balón.
Poco después, en el 31, fue Embarba el que lo intentó, sin éxito, de cabeza tras un centro de Álex Moreno, muy incisivo por la izquierda, mientras que el equipo de Setién continuó sin hallar el rumbo para hacerle daño a un Rayo bien plantado y muy combativo.
Los béticos sólo se animaron en el último cuarto de hora de un primer tiempo y dispusieron de tres ocasiones claras para marcar, entre los minutos 40 y 45, pero no atinaron Sidnei, de cabeza; de nuevo el brasileño, a quien el peruano Luis Advíncula le sacó in extremis el balón en la boca de gol; ni el luso William Carvalho.
En la reanudación, los vallecanos siguieron con igual intensidad y asustaron a los locales por medio de Embarba, primero en un tiro que buscó la escuadra y se fue alto por poco, y luego en un centro que se envenenó y despejó Pau López, aunque los sevillanos salieron ahora con más ganas, más verticales y con una mayor claridad.
Tras una opción malograda por Loren, al rematar muy flojo ante el macedonio Stole Dimitrievski, el Betis logró desatascar el partido al pitar el árbitro penalti en una entrada del exbético Jordi Amat sobre Loren dentro del área, tras consultar, a instancias, con la pantalla a pie de campo en una acción protestada por los rayistas.
El argentino Giovani Lo Celso convirtió la pena máxima sobre la hora de juego engañando por su izquierda al portero Dimitrievski. Su séptimo gol esta temporada le dio mucha tranquilidad a los verdiblancos, que pudieron ampliar su renta a los 68 minutos, pero Sanabria erró en el disparo tras una buena jugada personal.
El Rayo nunca se rindió. Su técnico, Miguel Ángel Sánchez, ‘Míchel’, sacó más pólvora al campo con Raúl de Tomás, el más incisivo de su equipo en la última media hora, Medrán y el luso Bebé, pero apenas creó ocasiones de verdadero peligro, salvo un cabezazo de De Tomás que, tras un peligroso bote, despejó Pau López.
Además, el Betis controló bien el ritmo del juego y a su rival para mantener su renta, lo que acabó de apagar al Rayo, más aún cuando, a falta de un cuarto de hora, el defensa Sidnei da Silva se internó por la izquierda en el área y, en una gran jugada, se fue de varios adversarios para marcar un golazo de un fuerte derechazo y hacer el definitivo 2-0.