Su violencia fue tan grotesca que inevitablemente ingresó en el Salón de la Fama de la farándula británica. Se trata de Vinnie Jones, gitano de clase baja de la ciudad de Watford devenido en uno de los jugadores más sucios de la historia del fútbol inglés y posterior actor de más de cuarenta películas en un lapso de once años. Jones se transformó en un emblema del fútbol inglés de las décadas del 80 y 90 bajo el paradigma de la intimidación y la violencia. Aún cosecha el récord de la tarjeta amarilla más rápida de la historia de la Liga inglesa (tres segundos) y recibió doce expulsiones a lo largo de su carrera (sólo fue superado por Roy Keane, con trece).
Integrante de la famosa “Crazy Gang” del Wimbledon, archivó “logros” personales insólitos. Una patada que finalizó con la carrera futbolística de Gary Stevens o una foto que luego se transformaría en su carta de presentación, donde aparece estrujando los testículos del entonces joven Paul Gascoigne, acto que le valió ser bautizado por algunos medios ingleses como “Vinnie CoJones”.
Incluso, veinte años después del famoso episodio, “Wild Vinnie” publicó una carta abierta a Gazza en el diario The Sun, donde le dedicó una recuperación rápida de su problema de adicciones y afirmó: “quiero aclararte que jamás hice dinero con nuestra foto. Todo lo que recibí fue entregado a beneficencia”.
Jugó en el Leeds, en el Chelsea y en el QPR. Hasta llegó a disputar nueve partidos para el seleccionado de Gales, justo después de que su obsesión por jugar un partido internacional lo hiciera aparecer en público con una camiseta de Irlanda. Cuando fue finalmente convocado, el delantero inglés Jimmy Greaves tuvo algo que decir: “bueno, que me apedreen. En el fútbol tuvimos casos de cocaína, soborno y el Arsenal anotando dos goles de local. Pero cuando uno realmente pensaba que se habían acabado las sorpresas, Vinnie Jones fue llamado a su Selección”. El gran Vinnie incluso fue designado como capitán.
Un documental llamado Los hombres duros del fútbol fue el sustento de un nuevo escándalo protagonizado por Jones. El ex volante central, todavía en actividad, se convertía en el anfitrión de un video con imágenes de las escenas más duras del fútbol inglés y hasta otorgaba algunos consejos sobre el juego sucio.
Al finalizar su carrera, encontró una amistad en Guy Ritchie que lo catapultó a la pantalla gigante. Se inició con un papel de reparto en Juegos, trampas y dos armas humeantes y luego enarboló una movida carrera como actor, con Snatch, Swordfish o X-Men 3 como sus grandes éxitos.
Su brillo estuvo lejos de las redes, pero aún así se convirtió en una leyenda del deporte inglés. Vinnie Jones resultó ser un mal ¿necesario? para el fútbol.
Vinnie Jones dixit:
“Voy a tirar este córner, pero no te preocupes gordo, que ahora vuelvo” (a Paul Gascoigne, un día en que le hizo marca personal).”
“Gordo, estamos vos y yo solos ahora mismo. Mi nombre es Vinnie Jones, soy gitano, tengo mucho dinero, voy a arrancarte la oreja y la voy a escupir sobre el césped” (a Paul Gascoigne, el mismo día).
“Si llegara el Apocalipsis, sobrevivirían pocas cosas: entre ellas, las cucarachas y Vinnie Jones” (Guy Ritchie).
“Ganar no es importante, siempre y cuando ganes”.
“Lo lamento mucho por el pobre chico que venga a mi casa a buscar a mi hija”.
“Los críticos siempre dicen lo mismo: que va a ser mi última película. La próxima será la número 30”.
“La asociación de fútbol me dio una palmada en la espalda: dicen que saqué la violencia de las gradas y la puse dentro del campo”.
“Con Ruud Gullit no hay que hacerse problema. Si no lo puedes marcar, le atás una rasta al palo del arco y te olvidás de que existe”.
“Nunca corro, nunca paso el balón, no sé barrer ni patear al arco. Sin embargo, acá sigo”.