La J-League se creó en 1993 y la Selección de Japón se clasificó a su primera Copa del Mundo en 1998, mientras que llegó a octavos de final en 2002 y en 2010. La Super League de China comenzó a jugarse en 1993 y el equipo nacional jugó su primer Mundial en 2002. La A-League nació en 2004 y desde 2006 que Australia no falta a ninguna Copa. La K-League se creó en 1983 y Corea del Sur se clasificó a México 1986 y nunca más estuvo ausente en un Mundial. Tener una competencia nacional de buen nivel es clave para países con poder económico pero sin tradición futbolística. Estos son sólo cuatro ejemplos de naciones que trabajaron a conciencia para tener un campeonato local competitivo y luego trasladar ese crecimiento al ámbito internacional. Y lo lograron. India intentará copiar ese exitoso sistema.
“India es un gigante dormido”, dijo alguna vez el presidente de la FIFA Joseph Blatter. Demagogia al margen, está claro el mercado indio es uno de los que menos ha explotado la multinacional futbolera. La tercera potencia económica global es también el segundo país más poblado de la tierra y, a pesar de eso, tiene nula trascendencia en el mapa futbolístico histórico y actual. Por eso, las maquinarias del negocio comenzaron a funcionar y la I-League se pondrá en marcha dentro de unos pocos días. Será el primer intento por poner al deporte rey en el lugar que se merece en India.
Este es un proyecto que existe desde hace varios años. En diciembre de 2010, la Federación india firmó un acuerdo con dos empresas estadounidenses, que se harían cargo del marketing, patrocinio, comercialización y transmisión de una nueva Liga. El torneo iba a comenzar en 2012, pero se pospuso por “motivos financieros”. Entonces, jugadores como Fabio Cannavaro, Robbie Fowler, Hernán Crespo y Robert Pires se quedaron con las ganas de sumar un país a sus exitosas carreras y de sumar varios ceros a sus ya abultadas cuentas bancarias.
Aunque está el fervor por el fútbol es cada vez mayor entre los hindúes, todavía está muy lejos de competir seriamente con el cricket, el deporte nacional. La I-League llega para intentar acortar un poco esa brecha. Los partidos de la Copa del Mundo tuvieron 62 millones de espectadores y unas 90 millones de personas siguen la Premier League inglesa. Son cifras minúsculas si se las compara con las del cricket, pero están en franco crecimiento y un proyecto como este puede acelerar esa expansión.
La ISL (Indian Super League) es primero un negocio y luego un torneo de fútbol. Por eso aún no se la puede comparar con los campeonatos de los países tradicionales, donde los sentimientos populares sostienen la idea de un deporte mucho menos mercantilizado. Participarán ocho equipos y durará dos meses, entre octubre y diciembre. Se utiliza el sistema de franquicias, heredado de los deportes estadounidenses, y los jugadores se distribuyen por intermedio de un draft. Además, cada conjunto cuenta con su futbolista “marquesina”, que en definitiva son los que le ponen la cara al proyecto.
“La Super Liga busca desarrollar el deporte y dar a conocer lo que es India cultural y socialmente”, afirmó el goleador franco-argentino David Trezeguet, quizás el nombre más importante que formará parte de la primera edición del certamen. El campeón del mundo y de Europa será la principal figura de FC Pune City. Compartirá plantel con el ex Inter Bruno Cirillo y su entrenador será el italiano Franco Colomba, ex DT de Bologna y Parma, entre otros. Los hinchas de River que lo extrañen podrían verlo por Fox Sports, que tiene los derechos para el resto del mundo aunque todavía no se confirmó si transmitirá los partidos en Latinoamerica.
Los organizadores de la ISL son IMG (agencia de representación encargada de contactar con los jugadores) y la cadena Star India. Por el momento, la Federación de Fútbol local sólo presta asistencia, ya que este torneo en principio convivirá con la Liga de India. El magnate Ruperth Murdoch fue uno de los empresarios que apoyó este proyecto desde el comienzo y logró reunir a varias estrellas de Bollywood (la gran industria de cine indio) y del cricket para que formaran parte del mismo. Entonces, el actor Ranbir Kapoor se convirtió en copropietario del Mumbai City FC, su colega Salman Khan es dueño del FC Pune City y la leyenda del cricket Sachin Tendulkar conduce a Kerala Blasters.
Básicamente, el dinero que se invirtió proviene de esas dos industrias: el cine y el cricket. El nombre comercial del torneo será “Hero Indian Super League”, ya que el principal patrocinador es la fábrica de motocicletas Hero MotoCorp. Además, los equipos tienen sponsors de renombre como Aircel, una de las principales proveedoras de telefonía celular. Y hay grandes expectativas puestas en lo que pueden generar las apuestas. De hecho, hace pocos días se informó que los jugadores no podrán ingresar con celulares a los vestuarios para así evitar los arreglos de partidos.
Cada equipo contará con 22 futbolistas, con un máximo de siete extranjeros. Los ocho hombres “marquesina” serán: Luis García (Kolkata Athletic), Elano (Chennaiyin FC), Alessandro Del Piero (Delhi Dynamos), Robert Pires (Goa), David James (Kerala Blasters), Fredrik Ljungberg (Mumbai City), Joan Capdevila (NorthEast United) y el mencionado Trezeguet (Pune City). Los planteles se completaron gracias a un draft que contó con futbolistas de Argentina, Inglaterra, Francia, Portugal, Brasil, República Checa, Colombia, Canadá, Corea del Sur, Grecia, Serbia, Burkina Faso, Camerún y Senegal. El representante argentino es Diego Fernando Nadaya.
Como Japón hace algunas décadas, el fútbol de India buscará desarrollarse de la mano de veteranos que en muchos casos ya están retirados pero que harán sus últimos goles allí. Otra de las caras más importantes de la ISL será la de Zico. El brasileño dirigirá a Goa y declaró: “Mi misión es inspirar a los jugadores y para mí es importante tener muy buenos resultados con FC Goa. Deseo que todo muy plantel pueda mostrar su talento y llegar al mejor nivel. La llegada de grandes jugadores servirá para que India aprenda de ellos y estoy seguro que algún día será una gran nación en el fútbol mundial”. Otra vez hay que intentar gambetear la demagogia, aunque lo seguro es que desde hoy todo lo que puede hacer el fútbol hindú es crecer. El techo puede estar muy lejos o muy cerca. Dependerá del destino, del trabajo y, sobre todo, del talento.