Entre delicias varias, la tele con el partido no dejaba de ser una atracción, sobre todo porque a aquel equipo de Bielsa daban ganas de verlo. También, desde un bar en la ciudad de la Real Sociedad, daban ganas de preguntarse si en el lugar eran todos donostiarras. O si había algún loquito del Athletic en terreno ajeno. Y si se animaría a gritar un gol. Mientras tanto, el partido se iba hacia la prórroga con los de casa (la casa de allá, la de Bilbao) buscando definirlo antes. Hasta que faltando dos minutos lo consiguieron y nos sacamos todas las dudas. En el bar había hinchas del Athletic. Y gritaron el gol. No con las ganas lógicas para un gol con ese significado y sí con el respeto suficiente como para que los dueños de casa entendieran que era algo “de ellos” y que no había cargada en el festejo. No, que nadie se imagine algo parecido por acá, por favor.
Y si por estas tierras todo esto ya parece exageradamente exótico, mucho más desopilante es que a fines del año pasado se abrió un bar en pleno centro de San Sebastián. ¿Y qué tiene se curioso que se haya abierto un bar? Que es un bar temático. Un bar temático del… Athletic… Sí, en el medio de la ciudad rival. De afuera parece normal, pero apenas se abre la puerta se encuentra un cartel del metro de Bilbao, que indica el camino hacia San Mamés, más un puñado de fotos de la capital de Vizcaya. Eso sí: también cuelga una bufanda de la Real Sociedad “porque si no la pongo, mi padre me mata”, confiesa Jon, uno de los dueños. Su socio es su hermano Cris. Y la idea surgió después de aquella final perdida de la Europa League contra el Atlético de Madrid. Como bilbaínos que vivían en San Sebastián sentían que les faltaba un lugar para juntarse, para compartir alegrías y tristezas.
Y así nació Zazpikale que, según uno de los dueños explica, “es un lugar que necesitábamos con los amigos. Pensamos en ponerle hierba artificial, pintarlo de rojo y blanco y poco a poco lo fuimos concretando”. Así que las tardes o las noches que juega el Athletic, el bar se transforma en una especie de cancha. Sin embargo, cuando no hay fútbol, los dueños pretenden que sea para todos los públicos. Lo curioso es que los padres de los hermanos Etxaide son hinchas de la Real. Jon, el menor (28), razona: “Yo, en parte, estoy influenciado por mi hermano mayor (Cris, 38). Lo más raro es lo de él, porque nadie sabe muy bien qué pasó. Mi padre ha intentado de todas las maneras que sea de la Real, pero a mí me encanta la afición del Athletic, no lo puedo explicar”. Acá, probablemente, menos lo podamos explicar.