Muchos ya habíamos conocido la genialidad de René Houseman en el Huracán de César Luis Menotti, aquel de 1973. No sólo nos había deslumbrado con sus gambetas sino que también ya se empezaban a conocer las mil y un historias de la villa del Bajo Belgrano, de donde provenía, y que lo tenían como protagonista romántico.
Pero si algo no esperábamos por aquellos años fue lo que ocurrió con René en el Mundial de Alemania de 1974. Literalmente la rompió. En un equipo flojo, sin la preparación física adecuada, con muchos errores, con un fútbol ya antiguo, Houseman se ocupó de bailar, él solito, a polacos, italianos y alemanes del este. Lo golpearon por donde uno se pueda imaginar. Y René se levantaba y seguía.
Argentina jugó en el grupo D contra Polonia, Italia y Haití. Perdió 3-2, empató 1-1 y ganó 4-1 para avanzar a semifinales. Ya en esa instancia, perdió 4-0 con Holanda, 2-1 con Brasil y cerró su participación empatando 1-1 contra Alemania Oriental. René marcó tres goles (contra Italia, Haití y Alemania) y dejó su sello de medias bajas y locura.
Mejor que mil palabras es mirar el video. Que lo duisfruten.