Después de seis meses esperando para darnos el gusto de verlo tirar paredes con Iniesta, Messi y Neymar, finalmente Arda Turán salió del cerco que la FIFA había impuesto a las transferencias de Barcelona. Los amigos de Revista Líbero hablaron con el crack turco y nos lo presentan como un futbolero empedernido que, pese a los años como profesional, vive el deporte como en los picados de su infancia en Estambúl y se maravilla con el juego de un Barça del que ahora forma parte.
¿Cómo era su familia y su infancia antes de dedicarse al fútbol profesional?
Jugábamos siempre en la calle de niños, pero llegamos a más edad y seguíamos en la calle. Por eso el fútbol en Turquía no podrá ser como el de España, porque los niños juegan todavía en la calle. Pero a mí no me dejaban jugar si no estudiaba, aunque era muy buen estudiante. En mi familia siempre se tuvo respeto por las decisiones que yo tomaba. Cuando tenía 10 y ahora que tengo casi 29. Esto me hace pensar que tengo una familia impresionante.
¿Cómo eran esos partidos callejeros de Estambul? ¿Influyeron en su juego?
Jugaba en una calle bastante estrecha y había que pasar el balón muy rápido para esquivar a la gente. Ahí aprendí a jugar. Por eso mi fútbol es como si estuviera jugando en una calle estrecha con arcos hechos con dos piedras.
Desde entonces hasta hoy.
Primero: a mí me encanta el fútbol. No es sólo mi trabajo, es una parte fundamental de mi vida. Cuando era jugador de Atlético Madrid, si no tenía cosas importantes que hacer y jugaba el Barcelona, lo veía en la televisión.
En el Galatasaray coincidió con George Hagi ¿Cómo era?
A él también le gustaba ganar (enfatiza el gesto para destacar la competitividad del rumano). Aprendí a cuidar la pelota y no perderla rápido. Aprendí que los partidos duran 90 minutos, podés estar corriendo detrás de la pelota todo el rato y la vas a tocar dos veces. Por eso, conviene protegerla y aguantarla cuando la tenés
¿Cuáles eran sus ídolos?
Emre Belözoğlu que jugaba en Galatasaray en ese momento, pero ahora Iniesta.
¿Aunque sea de su edad?
No me importa. Tengo admiración por él desde que llegué a España, aunque en el campo éramos rivales siempre aprendí de él.
“A mí me encanta el fútbol. No es sólo mi trabajo, es una parte fundamental de mi vida. Cuando era jugador de Atlético Madrid, si no tenía cosas importantes que hacer y jugaba el Barcelona, lo veía en la televisión”
Su mejor momento llegó en la Eurocopa 2008 con Fatih Terim de seleccionador que dicen cambió su forma de jugar.
No fue exactamente Terim el que me cambió de posición. Cuando estaba con los jóvenes fui cedido al Manisaspor y el entrenador que estaba ahí (Ersun Yanal), que ahora es el entrenador del Fenerbaçe me enseñó mucho. Jugábamos 3-5-2 y a mí me ponía en la banda derecha de los 5. Todo el partido de arriba para abajo. De carrilero.
Nos hablaba de Terim.
Es como mi padre. He compartido muchas cosas con él. La historia del fútbol de Turquía le debe mucho a él. Para mí fue muy importante jugar la Eurocopa de 2008. Fue un momento impresionante de mi vida. Muchos amigos dicen que no han visto una cosa igual. Para la identidad de un futbolista es importante que tener un papel importante en la selección nacional. A mí los turcos me quieren mucho porque ellos saben que yo quiero mucho a mi país y saben que he hecho mucho por el equipo nacional.
¿La pasión por la selección está por encima que la de los clubes turcos?
Como los turcos son muy emotivos, no siempre con lógica, cuando hay un partido de Selección, la vida se paraliza. Lo más importante es la Selección. Pero quiero hablar más del torneo de 2008 porque esta entrevista va a ser leída en Turquía y quiero dejar claro que los goles a Suiza, Croacia y República Checa son los más importantes de mi vida porque puede que no lo vuelva a vivir.
¿Por qué no?
Bueno, puede ser, pero tenemos que trabajar mucho. En esa Eurocopa caen eliminados contra Alemania. Un partido muy sentimental para un país como Turquía con una comunidad inmigrante tan grande en Alemania. Siempre nos pasa lo mismo. Perdimos jugando bien porque jugamos sin miedo. Tenemos mucho talento pero se necesita más disciplina táctica. Eso es lo que tenía Alemania que nosotros no teníamos.
¿Ha aprendido mucha de esa disciplina con Simeone?
Siempre estuve muy cómodo con él. Me pedía que hiciera mi trabajo en la parte defensiva y en ataque me dio libertad. . Lo que más aprendimos con él es que en el césped no se tiene que perder lo que habíamos ganado en el vestuario. Daba igual jugar un partido amistoso o Champions. Eso sí, el Cholo es un entrenador increíble, en dos o tres años, con más experiencia, va a ser el mejor entrenador del mundo.
¿Nunca le pidió que meta más goles?
Mi trabajo es organizar no meter goles.
¿Cómo son los entrenamientos con Simeone?
Rápidos e intensos.
¿Ha oído hablar de esa corriente que se define como fieles del ‘ardaturanismo’?
Sí, lo he oído. Como nunca he destacado como goleador, mi juego se destaca por la organización y el juego bonito. Es decir, si me pones en un ranking qué es lo más importante para mi juego, hacer goles sería lo último. No es mi prioridad. Por eso cuando ven un partido de alta calidad dicen que es ‘ardaturanismo’.
Entonces, ¿se definiría como un futbolista generoso?
Es difícil hablar así de uno mismo, pero en mi familia y en mi cultura se requiere ser generoso. Es parte de nosotros. Prefiero comer con amigos que solo. Es cultural. Puede que meta cinco goles en un partido y no me siente especialmente satisfecho pero ganar al Real Madrid en el Bernabéu la Copa se recordará para la historia. Eso sí es importante.
¿Por eso sigue pagando los recibos del bloque de viviendas donde creció en Estambul?
Donde yo vivía no se dividía entre ayudas materiales o espirituales. Si ves a una abuela con las bolsas de la compra, la ayudas de manera automática. Y a veces, eso vale mucho más que pagar la luz o dar dinero. Yo vivía en casas con las puertas abiertas, nadie tenía miedo y a lo mejor nadie tenía dinero para comprar nada pero eran felices y tenían gran corazón.
¿Y qué fue de aquello de que su padre quería una estación de servicio y usted se la compró?
En mi cultura no nos gusta hablar de dinero pero todo lo que tengo lo pongo a nombre de mis padres y es verdad que intentamos comprar una estación de servicio, pero no pudimos.
¿Es una persona religiosa?
Sí, soy musulmán. Hago el Ramadán pero hay días que si no puedo ser muy estricto por mi trabajo, los recupero en otros.
En Estambul vivía acosado por la prensa rosa. ¿Ha encontrado una vida más tranquila en España?
Una de las cuestiones por las que vine a Madrid es por eso. Allí, con toda la prensa rosa de periódicos deportivos y de los otros y televisiones no me dejaban en paz y aquí estoy mucho más tranquilo. Hasta hoy todavía siguen hablando de rumores que no tienen nada que ver conmigo. Si contestas, les das notoriedad y si no dices nada, lo dan por hecho y la gente se lo cree. Por eso, lo que busco es que mi gente cercana sepa qué tipo de persona soy y cuál es la realidad y el resto ya me da igual. Es que los paparazzi de allí son increíbles, nada comparado con España. Sólo es comparable con Hollywood.
¿Ha pensado en qué hacer cuando acabe su carrera como futbolista?
Nunca hago planes a largo plazo, a 10 años o más. Pero sí seguro es que no sé ni cómo ni dónde pero siempre estaré haciendo algo que sirva a mi país. Y hasta ahora eso es lo que creo que estoy haciendo.
Se percibe que es una persona con compromiso social. ¿Se ve de político o alcalde de su ciudad en el futuro?
No lo sé, pero todo es posible.