El domingo vimos un ratito de Rafaela-Boca y, a falta de fútbol, nos encontramos con la hinchada de Boca y toda su parafernalia en una cancha que no era la Bombonera. Al no haber reglas claras un día hay visitantes y otro día no; en un partido sí y en un partido no; en una cancha sí y en otra cancha no. Lo primero que pensamos es en la injusticia. Cuando las reglas no son iguales para todos, la justicia no existe. Y después pensamos en los hinchas de Boca. En los hinchas “normales”. En esos que, al aceptarse un día el público visitante, planean un fin de semana en Santa Fe para pasear pero, sobre todo, para ver al equipo en una cancha diferente. ¡Qué ingenuos nosotros!
Rafaela le dio a Boca 2.500 entradas. ¿Saben cuántas puso a la venta el club? ¡Cero! Las repartió todas entre las Peñas y las Agrupaciones. Es decir: para ir a ver a Boca, también de visitante, es necesario pertenecer. El hincha “normal”, como la justicia, no existe más para este fútbol que se maneja como la mafia. Porque ahí estaba La 12 que, segurísimo, está completamente integrada por gente que pertenece a alguna Agrupación o alguna Peña. Pero segurísimo, eh.
Esa misma noche, en un control de Gerdarmería en el peaje de la autopista Santa Fe-Rosario, detuvieron a 81 barras de Boca, que viajaban en un micro con capacidad para… 60. Encontraron cuatro armas debajo de los asientos. A la mañana siguiente estaban todos libres. “No tenían antecedentes”, explicaron los que toman las decisiones.
El día anterior, la Policía había detenido a 11 barras de Racing antes del partido contra Atlético Tucumán. Y atención a lo que encontraron: un revólver calibre 32 Smith & Wesson con seis proyectiles intactos en su tambor, una manopla metálica, una sevillana automática y una varita desplegable de metal; documentos que no se correspondían con las personas apresadas y entradas pertenecientes a otro partido. También se incautó un vehículo marca VW Fox dentro del cual había una bolsa con 19 cartuchos calibre 32, una pistolera (funda) y un cuchillo de hoja metálica. Además se secuestró un Peugeot Parnet, dos Renault Clío y un VW Amarok de cuyo interior se incautaron documentaciones varias y una bolsa con cocaína. Ah, iban a ver un partido… Ah, ya están libres.
Para empezar la semana, los barras de Atlanta, disconformes porque el equipo perdió un par de partidos, fue a “visitar” a los jugadores. Le rompieron la nariz a uno y “avisaron” que si el plantel no juntaba 100 mil pesos iban a volver, pero esta vez armados.
Hasta acá, nada nuevo. Que el fútbol está manejado por mafiosos (desde los barras hasta los dirigentes que los apañan) lo sabe cualquiera. La novedad es la noticia del día, que dice: “Aprueban un reglamento de prevención contra la violencia en el fútbol”. Lo hizo el Ministerio de Seguridad que maneja Patricia Bullrich y, si quieren ver cómo el Estado se burla de nosotros, les dejamos algunas de las “nuevas” reglas…
No pueden entrar a la cancha la persona que:
a) Se encuentre condenada, procesada o con auto de elevación a juicio, o que se encuentre sujeta a suspensión de juicio a prueba, respecto de delitos que hayan sido cometidos en el marco de la Ley N° 23.184, o por cualquier otro delito cometido en el exterior, con motivo u ocasión de un espectáculo futbolístico.
b) Hubiera sido condenada por delitos dolosos con pena de reclusión o prisión de más de tres años.
c) Se encuentre sancionada respecto de una contravención, que haya sido cometida en el marco de un espectáculo futbolístico, ya sea antes, durante o después de la disputa del encuentro o durante las concentraciones o entrenamientos de los equipos.
d) Hubiera tenido conductas violentas contra las personas o las cosas, hayan ingresado a lugares no permitidos, entre otras, dificulten el normal desenvolvimiento de un espectáculo futbolístico, ya sea antes, durante y después de la disputa del encuentro o durante las concentraciones y entrenamientos de los equipos.
Esta es buenísima!
“Los menores de 16 años deberán concurrir a los estadios donde se celebre un espectáculo futbolístico acompañados de una persona humana mayor de edad”.
¿Y ésta?
En tanto, el Reglamento establece que solo se podrá ingresar a los estadios “con banderas y/o lienzos de una superficie que no sea superior a 1 x 1,5 metros, y que no contengan mensajes ofensivos, discriminatorios o que inciten a la violencia”.
El colmo.
Además, se les ordena a las entidades “abstenerse de proporcionar y/o facilitar, por sí o por terceros, a las personas o grupos de simpatizantes que posean alguna restricción de acceso a los estadios, medios de transporte, subvenciones, entradas, descuentos, publicidad, difusión o cualquier otro tipo de promoción y/o apoyo de sus actividades”.
Familias, hinchas “normales”, ya lo saben: el Estado nos está cuidando. Bueno, siempre nos estuvo cuidando. Todos sabemos cómo nos trata la policía en cada cancha. Están para ayudar a los hinchas y siempre lo hacen. Con unos operativos maravillosamente eficientes y cómodos y con mucho sentido común para no sacarte la medallita de tu abuela porque se la podés tirar al árbitro… Pero el revólver pasa tranquilo. Ahora, sin embargo, con toda esta tortilla de “nuevas” palabras repetidas ya tantas veces, ahora sí, se van a acabar las mafias en el fútbol. Prepárense para volver a las canchas. Pero, por las dudas, avisen en casa a dónde van…