El humanidad está cambiando para mejor. Hay señales claras. Pero una noticia termina con la ilusión: el mundo, al cabo, seguirá siendo la misma mierda de siempre.
El diálogo entre un argentino y un estadounidense que desnuda diferencias.
La evocación de Fito Lascaroni, un crack que imantaba a los hinchas sin desplazarse y prescindiendo de tomar contacto con el balón.
El particular y novedoso método utilizado por la barra de Juventud Perdida de Longchamps para apretar a sus jugadores.
Julio Cortázar cumpliría 100 años, y lo recordamos con el relato en el que le puso voz a Justo Suárez, boxeador e ídolo popular de principios del siglo XX.
Todavía hay un jugador que invita a repetir esa ceremonia perdida de ir a la cancha de otro a ver a un equipo que no es propio. Se llama Román y juega en el pasado.