Lunes 16 de julio de 2017. Bar The Oldest, 9.25 AM.

El Mundial ya es una anécdota. Se fue. Se terminó.

Para Colonna la elección de Luka Modric como el mejor jugador del torneo fue ejemplar. Como que el segundo haya sido Eden Hazard y el tercero Antoine Griezmann:
“Fueron más por un jugador de equipo que por una individualidad”.

Mancuso dijo que era curioso cómo se estaba tratando la supuesta refundación de la Selección. “Gareca, Simeone, Gallardo, Pochettino, Pekerman, Almeyda y hasta Guardiola integran esa lista, como si alguno tuviera algo que ver con otro. Ya arrancamos mal desde el planteo mismo”, dijo.
Colonna cambió el foco:
–¿Ustedes creen que Chiqui Tapia o Angelici vieron jugar al Tottenham más de cinco minutos?
–No –le respondimos a coro Mancu y yo.
–Y entonces, ¿me explican por qué Pochettino está en la lista de posibles entrenadores para dirigir a la Selección? Y con esto no digo que no deba estarlo, sino que los dirigentes, como siempre, toman decisiones más por lo que les dicen los periodistas que por lo que ellos saben o piensan.
Yo dije:
–Es porque leen en algunos medios que el Tottenham le dio muchos jugadores a la Selección de Inglaterra. Pero seguro que tampoco vieron jugar a Inglaterra
–No la vieron. No tengo dudas –sentenció Mancuso.

Luego hablamos de Pekerman.
–¿Y por qué Pekerman está en la lista? –pregunté.
–No lo sé. Es incomprensible –dijo Mancu.
–Supongo que porque no chocó con Colombia –agregó Colonna.
Y yo respondí:
–¿No chocó? Tenía la segunda mejor camada de jugadores de la historia y clasificó de pedo al Mundial y se fue jugándole con miedo a Inglaterra. Hizo la gran Pekerman hasta que tuvo la soga al cuello y puso un equipo en serio en el segundo tiempo de los octavos. Se asustó en los cruces, como ya le pasó con Argentina en 2006 y con Colombia en los otros Mundiales. Pero claro, Pekerman es valorado de una manera porque dirige a Colombia y sería considerado de otra si dirigiera a Argentina. No nos olvidemos aquello de que dejó sentado a Messi y puso a Cruz en los cuartos de final del 2006 cuando Alemania estaba muerta. Pero bueno, con Argentina todo es contrafáctico porque nadie hace lo que corresponde. Lo único que hacemos siempre es pensar en qué hubiera pasado si…

No profundizamos pero quedó la sensación de que Pekerman no era una gran elección para este momento de Argentina. Ni siquiera como un técnico de transición.

Después evaluamos la actuación del VAR y estuvimos de acuerdo que la experiencia fue satisfactoria. Sirvió para subsanar injusticias, como penales más cobrados u otros no sancionados.
–Se la iban a perder… –dijo Mancu.
–¿Qué cosa? –pregunté.
–Y… esto del VAR es un gran negocio –me respondió.
–¿Por? Para mí el gran negocio sería poder arreglar partidos como ocurría hasta ahora… –dije cándido.
–El negocio es que van a aparecer grandes empresas de tecnología para montar el sistema en el mundo. Es mucho pero mucho dinero… –concluyó Mancuso convencido.
Y Colonna remató:
–Y además los partidos los van a poder seguir arreglando. Ya no con groserías pero sí con las jugadas más chiquitas.

Colonna se indignó luego con la hipocresía de algunos comunicadores, que terminaron el Mundial hablando maravillas de la sociedad rusa:
–Le pegaron a Croacia por nazi con razón, pero elogiaron a los rusos cuando es un país en donde, entre otras cosas, se mata, tortura y encarcela a los homosexuales. ¿Qué es peor? ¿Cantar una canción nazi o matar a los que eligen la diversidad sexual?
–Las dos cosas están mal –dije.
–Por eso pregunté: ¿qué es peor? –insistió Colonna.
Respondí:
–Peor es matar. Pero las dos cosas están mal. Debemos combatir ambas. Una porque es una aberración y la otra porque le da el sentido a esa aberración
Mancuso nos tranquilizó:
–Y ahora vamos hacia Qatar… Otra sociedad muy abierta. ¡Mamita!
–Tienen razón cuando dicen que la civilización avanza –cerró la charla Colonna mientras pedíamos la cuenta.
Y concluyó bien punk:
–Avanza hacia el precipicio.

Hasta el martes.