“Xavi, capitán, compañero, amigo, máquina. Me toca hablar en nombre de todos los que hemos tenido el lujo de compartir el vestuario contigo.

Quién lo diría, tú que siempre has estado allí, que llevas 17 temporadas en el póster del equipo, siempre en la fila de abajo. 17 años, se dice pronto, Xavi. Tiene mucho mérito porque lo difícil no es llegar, sino mantenerse siempre arriba como lo has hecho tú. Y además en el club más exigente del mundo. Nadie puede imaginarse que no estés con nosotros el primer día de entrenamiento la próxima temporada. Tú que siempre recibías a los nuevos compañeros con sonrisas y palabras de ánimo. Que les explicabas lo que significa vestir esta camiseta y defender este escudo.

El fútbol te da las gracias por todo, por pensar en el grupo antes que en ti, por transmitir los valores de 24 años en el club, gracias porque todos tus consejos han sido lecciones de fútbol y de vida para nosotros. Gracias por ser la memoria histórica, tan necesaria en el vestuario. Cuántas veces has explicado a los jóvenes que ahora lo normal es ganar y el listón está alto, pero muchos sabemos lo que es venir de abajo. Gracias, Xavi, porque todo esto nos ha hecho más fuertes.

Personalmente quiero darte las gracias por todos estos años, no solo por los momentos mágicos, sino también por nuestras charlas ajenas a lo futbolístico. Hemos tenido la complicidad de un maestro a un alumno. En definitiva, es un priviliegio estar a tu lado: siempre nos acompañarás, amigo”.