Robert James Fischer, más conocido como Bobby Fischer nació en Chicago el 9 de marzo de 1943 y murió en Reikiavik el 17 de enero de 2008. Para los especialistas fue el más grande maestro de la historia, más allá de que sólo mantuvo el título de campeón mundial entre 1972 y 1975. El campeonato lo obtuvo en la célebre serie de partidas contra el soviético Boris Spaski, en el que fue considerado el «Match del Siglo».
Sorprendentemente, después de lograr el título no volvió a jugar oficialmente.
La principal característica de su juego era la rapidez. En muy contadas ocasiones se veía en apuros de tiempo, pues casi siempre jugaba de manera ágil.
Aquella partida de 1972 con Spaski fue extraordinaria por diversas razones, aunque algunas de ellas nada tenían que ver con el ajedrez. Por un lado estaba Fischer y su fobia hacia los grandes maestros soviéticos. Del otro lado, Spaski, era un jugador de talento excepcional al que Fischer no había podido vencer antes, además de la poderosa estructura de ajedrez de la Unión Soviética. Es decir, se enfrentaban dos maneras muy distintas de entender al mundo. Así, por unos meses, la Guerra Fría se trasladó a un tablero de ajedrez.
Tras la jugada número 30 de la primera partida, los dos jugadores llegaron a una posición completamente simétrica (dos alfiles de casillas negras y seis peones repartidos de igual manera por ambos flancos). Fischer perdió cuando cometió un error amateur al comer un peón con su alfil.
Fischer no se presentó a la segunda partida alegando disconformidad con la organización, por lo que parecía que Spaski retendría el título, pero Bobby Fischer venció en la tercera.
La cuarta partida fue tablas y, desde la quinta, se impuso el estadounidense. Fischer venció a su rival tras 21 partidas (Spaski abandonó por teléfono la última partida, que había quedado aplazada) y se coronó campeón mundial el 1° de septiembre de 1972 con un total de 7 partidas ganadas, 3 perdidas y 11 tablas. Fue el único estadounidense en conquistar el título.
En el momento culminante de su carrera, Fischer dijo basta incomprensiblemente: nunca más quiso volver a jugar una sola partida de competición oficial a pesar de tener solamente 29 años y desapareció de la vida pública. Se supo de él en 1981, cuando Bobby, con aspecto de vagabundo, fue detenido en Pasadena, cuando la policía le confundió con el atracador de un banco.
Con el paso del tiempo, y después de una que otra exhibición, la salud mental de Fischer se deterioró. Sólo reaparecía con furibundos pronunciamientos antisemitas y antiestadounidenses. A pesar de ser de ascendencia judía por el lado materno, admiraba a Adolf Hitler y era un negacionista del Holocausto.
Su país le dictó una orden de captura en 1992 por haber jugado otra partida por plata, fuera del circuito oficial, ante Spaski en Sveti Stefan (Yugoslavia), un país contra el que Estados Unidos había decretado un bloqueo.
En una entrevista a una radio filipina el 12 de septiembre de 2001, Fischer proclamó su satisfacción por los ataques terroristas contra las Torres Gemelas y el Pentágono ocurridos el día anterior y se pronunció en durísimos términos contra Estados Unidos e Israel.
En julio de 2004, fue detenido en el aeropuerto Narita, en Tokio, al usar un pasaporte falso y fue liberado ocho meses después y autorizado a viajar a Islandia, país que le concedió la nacionalidad.
El 18 de enero de 2008, Fischer murió a los 64 años en Reikiavik de una enfermedad renal y fue enterrado en un cementerio cercano a Selfoss, pequeña localidad costera al sudoeste del país.
Excéntrico, fuera de serie, misógino, polémico y hasta demente, entregamos un repaso de algunas frases de este personaje que todavía hoy divide las aguas en el mundo. ¿Héroe o villano? Que cada uno saque sus propias conclusiones:
“A los medios les gusta escribir sólo cosas malas sobre mí.”
“Creo que está casi claro que el juego son unas tablas teóricas.”
“Cuando tenía 11 años, simplemente me volví bueno.”
“Conozco a gente que tiene toda la fuerza de voluntad del mundo y aún así no es capaz de jugar buen ajedrez.”
“Desprecio a los medios.”
“Doy status a cualquier torneo al que asisto.”
“El ajedrez demanda concentración total y amor por el juego.”
“El ajedrez es la vida.”
“El ajedrez es asunto de juicio delicado, saber cuándo golpear y cómo esquivar.”
“El ajedrez es como hacer un examen final de cinco horas.”
“El ajedrez es ciertamente un arte, pero yo no pensaba en ello. Sólo el juego preciso y fuerte puede ser bonito… La precisión, en primer lugar. En última instancia, todo se decide por la clase. Luego podemos aspirar a una partida preciosa. Pero para jugar con elegancia y precisión hay que saber mucho y ser capaz de utilizarlo.”
“El ajedrez es mejor que el sexo.”
“El ajedrez es una guerra sobre un tablero. El objetivo es aplastar la mente del adversario.”
“El cuerpo debe estar en perfectas condiciones. Si se deteriora el cuerpo, se deteriora el ajedrez. No se puede separar el cuerpo y la mente.”
“El punto de inflexión en mi carrera llegó al darme cuenta de que las negras deberían jugar a ganar, en lugar de sólo buscar igualar.”
“Es bastante duro debido a toda la tensión y toda la concentración, sentado allí hora tras hora. Es… agotador.”
“Existen los jugadores duros y los buenos muchachos, yo soy un jugador duro.”
“Genio. Es una palabra. ¿Qué significa realmente? Si gano soy un genio. Si no, no lo soy.”
“Hay demasiados judíos en el ajedrez. Parecen haberlo tomado por asalto. Le han quitado toda su clase al juego. Eso no me gusta ¿Si yo soy judío? Sólo por parte de mi madre.”
“Juego honestamente y juego para ganar. Si pierdo, tomo mis medicinas.
“La gente ha estado jugando contra mí por debajo de su nivel durante 15 años.”
“La táctica fluye a partir de una posición superior.”
“Lo importante en el ajedrez son los buenos movimientos.”
“Los rusos han amañado el ajedrez mundial.”
“Me encanta la oscuridad de la noche. Me ayuda a concentrarme.”
“Me gusta el momento en que rompo el ego de un hombre.”
“Me gusta hacerlos retorcer de sufrimiento a mis adversarios.”
“Me opongo a que digan que soy un genio del ajedrez. Me considero un genio en general que, casualmente, juega al ajedrez. Es muy distinto. Miren a Kasparov: él es un genio del ajedrez. Fuera del tablero, en cambio, es un idiota.”
“Me preparo bien. Sé lo que puedo hacer antes de jugar. Estoy siempre seguro.”
“Ni siquiera me mencione la palabra perder. No soporto pensar en ello.”
“No hay nadie vivo a quien yo no pueda vencer.”
“No me hable a mí de perder. ¡No resisto pensarlo!”
“No tengo amigos cercanos y no guardo ningún secreto. No necesito amigos. No soy una persona tan blanda y generosa como sería si el mundo no me hubiera cambiado Sólo le digo todo lo que pienso a todo el mundo.”
“Odio a la prensa. ¿Va contra la ley asesinar a un periodista?”
“Petrosian sabía detectar y alejar el peligro veinte jugadas antes de que este surgiera.”
“Psicológicamente, debes confiar en ti mismo, y esa confianza debe estar basada en los hechos.”
“Puedo dar un caballo de ventaja a cualquier mujer del mundo y aún así ganarla.”
“Se debe tener confianza en uno mismo y esa confianza debe estar basada en la realidad.”
“Se trata simplemente de ti y tu oponente en el tablero, y estás tratando de probar algo.”
“Si gano un torneo, lo hago por mí mismo. Yo juego. Nadie me ayuda.”
“Si no ganas, no es una gran tragedia. Lo peor que sucede es que pierdes una partida.”
“Sólo se puede jugar bien al ajedrez si se ama el juego.”
“Soy un individuo detestable. Mis ideales son el ajedrez y el dinero. Quiero ser riquísimo. Todos quieren serlo, pero ninguno lo dice. ¿Es pecado?”
“Tienes que tener espíritu de lucha, forzar los movimientos y aprovechar las oportunidades.”
“Todas las mujeres son débiles. Son estúpidas comparadas con los hombres. Nunca deberían jugar ajedrez.”
“Todo lo que quiero en la vida es jugar al ajedrez.”
“Una poderosa memoria, concentración, imaginación y una fuerte voluntad.”
“Yo doy el 98 por ciento de mi energía mental al ajedrez. Otros dan apenas el 2 por ciento.”
“Yo no creo en la Psicología. Yo creo en las buenas jugadas.”