Juan María Traverso nació el 28 de diciembre de 1950 en Ramallo, Provincia de Buenos Aires. Fue un extraordinario piloto, tal vez el mayor emblema del automovilismo argentino de los últimos cincuenta años. Ganó 16 campeonatos nacionales en toda su trayectoria. Logró seis títulos y 46 victorias en Turismo Carretera y siete títulos y 68 victorias en TC 2000. Siempre fue conocido como El Flaco, ya que cuando comenzó en el Turismo Carretera pesaba 53 kilos. Obtuvo en trayectoria 155 triunfos, lo que representa una victoria por cada cinco carreras. Es el único piloto argentino que obtuvo campeonatos en cuatro décadas distintas.
Dejó para la posteridad, infinidad de frases. Allí vamos:
“Aprendí a manejar en un Ford 35 y en un Plymouth, en el campo. Les daba contacto, arrancaban y andaban hasta que se acababa la batería.”
“Cuando le dije que quería correr me preguntó ‘¿para qué?’. No sabía qué eran las carreras y se opuso, hizo lo imposible para impedírmelo, pero luego se transformó en mi hincha número uno.”
“Si sos bueno arriba del auto pero un gil abajo, podés ganar uno, dos campeonatos a lo sumo. Pero nunca 16 como gané yo. En el fondo, el éxito es una suma de pequeñísimos detalles. Te falta uno, y chau.”
“Desde que tengo uso de razón le dediqué mi vida a los autos.”
“Mis actitudes parecen soberbias. Yo digo lo que pienso, que es distinto.”
“Los corredores de mi época debían tener coraje y además manejar un poco. Los pibes de hoy no tienen miedo de perder la vida y muchos son fabricados, no sienten la pasión por lo que hacen.”
“Para mí el deporte, básicamente, es una actividad que debería mejorar el físico de una persona. Sin embargo el automovilismo te lo arruina. Respirás todo el tiempo gases tóxicos, los ruidos te dejan sordo, la columna se te hace pomada.”
“Soy enemigo de las comparaciones, sobre todo cuando hay tanta diferencia de época. Un récord es algo intangible como para intentar paralelos.”
“¿Si debí haberme retirado en 1999, siendo campeón de TC? Es una pelotudez, hay muchas definiciones que trascienden el tiempo pese a ser erróneas y ésta es una de ésas.”
“Me bajé de las carreras siendo competitivo, manejando tan rápido como siempre. No perdí la capacidad de manejar ni las ganas de hacerlo. Más que perderlas, se gastaron.”
“Cuando volví al TC en 1983 me encontré con que todos los circuitos eran iguales: rectas largas, curvas de 90 grados y otra vez a acelerar. Más que nunca ganaban los motores.”
“La tecnología excesiva anula al hombre, en todas las áreas. Sirve para la salud pero no para el deporte.”
“Es un tipo sincero porque tiene cara y es boludo…” (sobre Hugo Ridolfi).
“Las Di Palma me arruinaron la cadena. Una me chocó de atrás para que pasara la rubia.”
“Una vez Ponce de Léon me trató de usted y yo me calenté. Se asustó y me pidió perdón, pero me dijo: ‘Perdóneme…’. Ahí sí casi le meto un bife.”
“Si no corro, no vivo. Yo necesito estar arriba del auto, doblando colgado en una curva, para sentir que la sangre me corre por las venas.”
“Una vez me afanaron la camioneta y manejaba el chorro. Yo le pedí que fuera más despacio ya que no nos seguía nadie. Me dijo: ‘No te preocupes, Cocho’. Ahí me recontracalenté y le dije si efectivamente me había confundido con Cocho López. Era un hijo de puta: después de confundirme con Cocho encima se llevó la camioneta.”
“Todas las mujeres me gustan: lindas, feas, gordas, flacas, todas. Para mí la mujer es lo mejor que tenemos: la madre, la novia, la amiga. Todas.”
“Una vez hice la reunión con el equipo y dejé claras las reglas: pueden laburar cuando quieran, irse cuando quieran y hacer lo que quieran. Lo que no pueden es ser más pelotudos que yo.”
“Corrí con muchos bravos pero nunca con un pelotudo como éste. No lo pienso denunciar, pero lo voy a cagar a trompadas.” (Después de un accidente con Ponce de León en 2005).
“Reconozco que tengo fama de calentón y de soberbio. Cuando me atacan me enojo y cuando me pongo soberbio soy una mierda. Igual, son apenas dos de los cien defectos que tengo.”
“Ahora estoy tranquilo, pero ya se me va a pasar…”
“Soy feo, fumo, puteo, pero si me dan un auto, seguro que lo hago ganar…”
-Flaco, ¿qué se necesita para hacer la maniobra que hiciste con Silva? -le dijo un periodista.
– Lo principal es tener un pelotudo adelante -respondió.
“Los autos me enloquecen, nunca están por encima de una mujer. Aunque te reconozco que para algunos pilotos sí…”
“Con el Loco Di Palma éramos amigos y por eso también discutíamos. Fue mi referente, una persona llena de defectos, sin embargo un corredor excepcional. Un tipo realmente bárbaro.”
“Lo peor que te pueden hacer es traicionarme. Lo hicieron varias veces, no sólo en el automovilismo. No lo perdono porque nunca lo hice.”
“Para mí la carrera termina cuando bajan la bandera. Después, festejo con mi equipo. Ir al podio es parte de esto, pero ya no es lo mismo.”
“Soy bastante contradictorio, es cierto. Pasa que siempre digo lo que pienso.”
“Nunca me agarré a piñas, no soy boludo. No sé pelear, tengo miedo de que me peguen. De pibe más de una vez salí corriendo.”
“En el fútbol los jugadores se venden como vacas, como en Liniers. También se venden corredores, así que es lo mismo.”
“Soy claustrofóbico, no puedo estar encerrado. Hoy en día tengo un problema con los ascensores. Tengo que ir a un piso 20 y subo por la escalera, llego muerto. Encima, últimamente estoy teniendo un poder para parar ascensores. No sé que pasa, pero se están quedando bastante seguido.”
“Me aterran las películas donde entierran a una persona viva y no puede salir.”
“A Yabrán lo extraño muchísimo, era una persona muy alegre y divertida. Hoy sería mi consuegro porque una de mis hijas está casada con Pablo Yabrán, su hijo.”
“Yo vivía más en la comisaría de Ramallo que en mi casa. Una vez nos habían metido en cana a cinco amigos. Por eso llamaron a nuestros viejos. Ellos se reunieron con el comisario y le preguntaron: ‘¿Usted tendría algún inconveniente en tenerlos un par de días?’. Imaginate el lío que haríamos.”