Ahora resulta que para querer que un equipo argentino gane en un Mundial, todos aquellos que practiquen ese deporte deben ser buenas personas.
Si algo tienen de bueno algunas modas es que son muy antiguas.
Racing quiso incendiar el fútbol afuera de la cancha y River lo quemó adentro. Con una noche bien Gallardo lo apabulló en juego, actitud y goles.
Boca fue invitado a la presentación del Barcelona para ser goleado y humillado por Messi y cía. ¿Qué se puede esperar del fútbol local si al bicampeón lo sopapean así?
La caída en el Senado de la Nación del proyecto para legalizar el aborto no es una derrota. Es el estímulo para tomar carrera e ir por todo.
Boca va tranquilo a Paraguay por el 2 a 0 a Libertad en la ida, aunque debe hacer una autocrítica profunda si no quiere pasar sobresaltos. Igual que algunos senadores.
Bicho raro en el mercado del fútbol, Marcelo Bielsa es un personaje adorable, con una ética tan sólida como su discurso. Sus equipos, sin embargo, no están a esa altura.
¿Es tan importante la Suruga Bank que vale empeñar el futuro cercano?
Agustín Calleri asumió como capo de la AAT, decidió echar al capitán campeón de la Davis a falta de una serie y reemplazarlo por tres viejos colegas: Gaudio, Coria y Cañas.
Pueden decir barbaridades y no va a pasar nada, pero meterse con el poder les cuesta el puesto. Es el caso testigo de Azzaro y Lunatti en TyC Sports.
Ya desde la primera ronda en Rusia quedó claro el poderío del Real Madrid. Con apenas una mirada de reojo a sus astros se entienden todos sus éxitos.